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Llega el cajero automático de libros | ||
Se trata de la Espresso Book Machine. Permite elegir y luego imprimir un texto en 5 minutos. | ||
Eso de entrar en la librería y oír que tenemos que esperar porque el libro que buscamos está agotado o descatalogado se va a acabar. Ahora, el cliente consultará una lista de 500.000 títulos, elegirá su favorito y, en cinco minutos, tendrá en sus manos el libro recién impreso y encuadernado. Esa velocidad de publicación es la que permite la Espresso Book Machine, que parece una especie de gran fotocopiadora y que, según informa el diario británico "The Guardian", ya ha sido recibida como el mayor cambio en el mundo literario desde que Gutenberg inventara la imprenta de los tipos móviles hace más de 500 años y posibilitara la producción literaria a gran escala. Presentada en la librería Blackwell de Charing Cross Road, la calle que durante décadas ha sido la meca de los libreros de Londres, el abanico de libros disponibles de la nueva impresora asciende a 500.000, incluida, por ejemplo, una edición facsímil del manuscrito original de "Alicia en el país de las maravillas", de Lewis Carroll. Y la cifra se va a incrementar en cuestión de meses. La librería espera aumentar el catálogo hasta el millón de títulos a finales de verano; algo así como 37 kilómetros de estanterías o más de 50 librerías comprimidas en una sola. En su mayoría, los libros incluidos son obras cuyos derechos de autor han caducado, pero la librería ya colabora con varias editoriales británicas para aumentar el número de libros sujetos a derechos de autor. Y, según la cadena, la respuesta ha sido muy positiva. "Esto podría cambiar la venta de libros de manera fundamental", ha señalado a "The Guardian" el director ejecutivo de Blackwell, Andrew Hutchings. "Ofrece la posibilidad de que las pequeñas tiendas y librerías independientes puedan competir con grandes cadenas y Amazon". El cliente potencial de la nueva impresora (incluida entre los inventos del año de la revista "Time") comprende desde académicos en busca de reproducciones de valiosos manuscritos hasta novelistas en ciernes ávidos de ver una copia de su propia obra autopublicada, según señalan desde Blackwell. La cadena de librerías prevé supervisar durante los próximos meses cómo reciben los clientes la nueva herramienta para determinar el precio (se prevé que sea similar al de los libros tradicionales) y la demanda. Ideada por el editor estadounidense Jason Epstein, la Espresso ha sido una de las estrellas de la semana en la Feria del Libro de Londres. Decenas de curiosos han contemplado cómo la máquina imprimía 100 páginas por minuto, las ajustaba, las encuadernaba, guillotinaba y expulsaba el volumen acabado. El resultado fue de calidad: el texto se leía con claridad, estaba justificado y el papel era grueso, las cubiertas lucían elegantes, aunque en conjunto resultaba algo pegajoso al tacto. Descrito como el cajero automático de los libros por su propietario estadounidense, On Demand Books, las máquinas Espresso ya funcionan en EE. UU., Canadá y Australia, e incluso en la Biblioteca Alejandrina de Egipto. (El País) | ||
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