Domingo 26 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 43 > Cultura y Espectaculos
En otoño, la magia de los cuentacuentos

NEUQUÉN (AN).- Las palabras, musicales como las olas del mar, desfilan sigilosas entre la gente y sin pedir permiso se filtran por la imaginación hasta florecer en historias. Se acoplan transitoriamente cambiando los climas y las emociones como siguiendo las intenciones del narrador empecinado en atrapar al oyente, en hacerlo viajar en el tiempo y el espacio con algo placentero para luego hacerlo aterrizar suavemente.

"La imaginación es tan poderosa que se desdibuja la figura del cuentacuentos", afirmó Alicia Álvarez, una de los veinticinco narradores o cuenteros que integran el ciclo de contadas anuales que comienza hoy -por tercer año consecutivo- en la sala teatral Ámbito Histrión (a las 21) con el espectáculo "Hojarasca". Magia, reflexión, romanticismo y humor caracterizan este encuentro para adultos que tiene como eje la palabra narrada.

Los relatos serán interpretados (¡no leídos!) por las cuentacuentos María Carrió, Teresa Parrat y Violeta Gallardo del grupo Bíblicas y Mundanas, Flavio Ragadali y Juan Celli de Encuentro Transitorio, Mariana Erazun y Alicia Álvarez de Caretas, Anamaría Morresi y Elsa Kristensen de Monalisas, Peti Panosso de Alboroto y Hugo Herrera de Queme Contursi.

Éstos son algunos de los nueve grupos de narradores que durante el año ofrecerán dos espectáculos por mes con el fin, según dijeron, de atrapar al oyente con la magia de los cuentos. Pero también de revalorizar el poder de la palabra y de la imaginación.

"Hojarasca", el encuentro que hoy inaugura el ciclo 2009, reúne todas las condiciones para motivar los sentidos y transitar de un clima a otro. Ahí, con una puesta escénica mínima, se escucharán textos de Julio Cortázar, Ángeles Mastretta y la neuquina Irma Ferreira, entre otros grandes de la literatura.

"Estamos de lo más filosóficos y reflexivos, aunque no faltará el humor", anticipó Hugo Herrera. Y a la hora de definir el espectáculo, el narrador confiesa que es difícil de resumir, pero Alicia lo ayuda diciendo que se trata de "la idea de que los cuentos nunca permanecen en un mismo sitio. Que siempre caen, vuelan, hasta que alguien los vuelve a lanzar al viento". Para los narradores "como las hojas que caen en otoño, los cuentos caen de la boca de los cuentacuentos hasta que alguien los recoge y vuelven a nacer".

Cuentos literarios o tradicionales, anécdotas o leyendas... todo es contable para los narradores, que pueden sensibilizar al oyente con la palabra. Como ellos dijeron: "Se genera esa magia increíble y de golpe hay cien personas calladas escuchando atentamente. Ahí no hay estímulos visuales, no hay excitación; les estamos proponiendo que piensen. Es un ejercicio que exige mucha imaginación".

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