La sanción en primera vuelta de una ley para Río Negro que dispone el reemplazo paulatino de las bolsas de plástico en supermercados y comercias, llega con retraso respecto de lo que parece ser una tendencia nacional ya imparable.
De hecho, cadenas nacionales y regionales de súper e híper ya han comenzado a limitar "per se" la entrega de estos populares envases, signo de los nuevos hábitos de consumo, no solo argentinos sino también mundiales.
El propósito de contribuir a preservar el medio ambiente es loable. Pero no será fácil. Atento a ello el proyecto de la legisladora Inés Lazzarini de Ramos (PPR) promueve la "sustitución paulatina de las bolsas no biodegradables, hasta su total cambio que no afecte el medio ambiente, la calidad de vida de la población y los recursos naturales". Da un plazo de cuatro años y la condición, también de que la autoridad de aplicación, el Consejo de Ecología y Medio Ambiente, desarrolle una tarea de concientización y educación.
El antecedente más inmediato se da en la provincia de Buenos Aires, a raíz de una ley sancionada por el Senado en septiembre del año pasado, que establece que los fabricantes deberán registrar las nuevas tecnologías en materia de producción biodegradables. En el caso de los comercios, se otorgó un plazo de un año para que supermercados e híper retiren las bolsas plásticas y las reemplacen por las ecológicas. Para los comerciantes chicos, el plazo se extiende a 24 meses.
La ley rionegrina, a la que le falta completar su trámite parlamentario en segunda vuelta, prevé asimismo invitar a los municipios rionegrinos a adherir.
Por lo pronto, en muchos súper de la región están vendiendo desde el último tiempo unas bolsas que promocionan como "ecológicas", por un escaso valor (va entre 3 y 4 pesos) y que puede ser utilizada para realizar las compras diariamente.
"La idea es ir concientizando a la gente para que entienda que esto es lo más conveniente", comentó Oscar Ruiz, el encargado de Cooperativa Obrera en la sucursal Roca, ciudad donde aún no existe ninguna ordenanza que exija dejar de usar las bolsas de polietileno.
Otro de los puntos que genera incertidumbre para una gran mayoría, es ¿qué hacer con la basura domiciliaria?, ya que muchos reutilizan las bolsas del súper para este fin.
También en los locales de Topsy se optó por fomentar un uso racional, "ahora son las cajeras las que embolsan, porque muchos clientes ponían uno o dos productos usando más bolsas de las que realmente necesitaban", explicó en Roca uno de sus gerentes.
Por otro lado, algunos pequeños comerciantes como panaderías y verdulerías intentan racionalizar el uso de las bolsas. Muchos aseguran que una vez que terminen el stock de bolsas no repondrán y recomiendan a sus clientes que traigan sus propias bolsas de mercado.
Sin embargo, en Roca aún no existe ninguna ordenanza que exija a comerciantes y consumidores dejar de usar las bolsas de polietileno.
En Bariloche, "no hay proyectos de ordenanza para prohibirlas", se informó desde el área de prensa del concejo municipal.
La mayoría de los negocios entregan sus productos en estos envases que son asimismo uno de los principales problemas del vertedero, ya que con el viento se vuelan por todos los alrededores de la Ruta 40 a El Bolsón.
Si bien hay algunos comercios céntricos que entregan sus mercaderías en bolsas de papel y alguna despensa barrial aislada promueve que el vecino venga con sus bolsas, la mayoría utiliza el tradicional envoltorio plástico, el más cómodo y económico, aunque también el más contaminante. La gran mayoría de los edificios, restaurantes y hoteles sacan a la calle su basura en grandes bolsas plásticas tamaño consorcio. Asimismo los desperdicios de poda, corte de pasto y limpieza de jardines van a parar a las veredas, para su recolección municipal, con estas bolsas.
En estos días Bariloche vive a su "Semana de las Montañas y Costas Limpias", que organiza el Club Andino Bariloche, campaña en la cual las bolsas plásticas son el desperdicio más común que recolectan los voluntarios. "Por día, Bariloche tira miles de bolsas de nailon, de todo tipo y tamaño", explicaron sus organizadores.
El Bolsón fue pionera en Río Negro en prohibir las bolsas por ordenanza, pero la norma cayó en desuso.
El Calafate, en Santa Cruz, otra ciudad turística de la Patagonia, prohibió hace años que los comercios entreguen mercaderías en bolsas plásticas. Algunos tienen bolsas de papel y el resto "obliga" al cliente a proveerse de sus envases. (AB, AR, AV)