NEUQUÉN (AN).- El secretario de Estado de Recursos Naturales, Guillermo Coco, se refirió ayer al conflicto petrolero: definió a toda la situación como "crítica" y sostuvo que para su resolución se necesita que todos los actores cedan en sus aspiraciones.

"Indudablemente estamos pasando una situación crítica, no ha cambiado nada desde diciembre a la fecha. La coyuntura que da lugar a esta situación se ha agudizado un poco más", dijo el funcionario, a la salida de una acto en la Gobernación, consultado por la amenaza del paro lanzada por el Sindicato del Petróleo y Gas Privado, que podría llegar a incluir cortes en la producción y la distribución de gas si las productoras despiden y suspenden personal como antídoto para la crisis.

"Quizá haya que hacer concesiones, todas las partes, para encaminar esto, hasta que de alguna manera volvamos a tener los precios y la demanda nuevamente estabilizada", opinó.

Este conflicto entró en su punto más caliente anteayer, cuando unos 5.000 petroleros se movilizaron a la capital para defender sus puestos de trabajo, en medio del tira y afloje que protagonizan con las productoras en la conciliación convocada por el ministerio de Trabajo, tiene un plazo de acuerdo que vence el 6 de mayo, luego de sucesivas prórrogas.

Coco afirmó que el gobierno ve "con mucha preocupación el hecho de que haya gente que está en sus casas, pendiente de cómo se resuelve todo" y dijo que "hay una situación complicada y la idea es tratar de sobrellevarla lo mejor posible".

Luego trazó un escenario con algunos de los motivos que están promoviendo el conflicto. Dijo que al haber menos demanda de crudo, las destilerías tienden a pisar el precio de comercialización del barril, con el consiguiente impacto para las productoras. "ESSO y Shell están tendiendo a comprar por debajo de los 37 dólares", informó.

Agregó que hay una disputa muy grande de las destilerías con los pequeños y medianos operadores no integrados (no inician y terminan el circuito productivo destilando naftas), "que están tratando de sostener el precio lo más posible".

La falta de financiamiento sería otro de los ingredientes para empeorar este contexto. "Las empresas, que están achicando sus gastos de superficie, como el mantenimiento de caminos, están afrontando sus gastos con caja propia, sin acceder a financiamiento. No es lo mismo manejarse con un barril a 47 dólares que con uno a 37", indicó. "Al haber menos demanda de crudo, las destilerías tienden a pisar el precio", dijo Coco.

Sobre este último punto, sostuvo que incluso los tanques de reserva están saturados. De hecho, agrego, se les está pidiendo a las productoras que inyecten "menos tancaje porque la capacidad de reserva" está completa, "es lo que pasa acá en Neuquén y también en Puerto Rosales (Buenos Aires)".