BAGDAD (DPA).- Dos atacantes suicidas mataron ayer a 60 personas cerca de un santuario en Bagdad, un día después de la muerte de casi 90 personas en otros atentados, en la jornada más violenta en el país en más de un año, informó la policía.
Otras 125 personas, entre ellos unos 80 peregrinos iraníes, fueron heridos en los ataques de ayer, cometidos frente al mausoleo del imán chiíta Mousa Al Kazim, uno de los santuarios más importantes de la capital iraquí.
El atentado fue el más letal perpetrado en Irak desde la explosión de un camión bomba que mató a 63 personas en Bagdad el 17 de junio pasado, informó la agencia italiana ANSA.
Los autores del atentado detonaron cinturones explosivos entre la muchedumbre con minutos de diferencia entre sí, dijo la policía.
Los suicidas se inmolaron justo cuando los fieles llegaban en gran número al santuario de cúpula dorada del barrio de Kazimijah, norte de Bagdad, poco antes del inicio de las plegarias, agregó la misma fuente.
Al menos 25 iraníes figuraban entre los muertos y 80 entre los heridos, según voceros policiales y fuentes médicas locales.
El santuario chiíta de Bagdad fue escenario de varios atentados atribuidos a la insurgencia sunnita de Irak.
En el más reciente, a principios de mes, una bomba plantada cerca del templo en una bolsa de plástico mató a siete personas e hirió a otras 23.
En enero, un hombre vestido de mujer detonó explosivos que llevaba consigo cerca del lugar, y más de 30 personas murieron y 70 resultaron heridas. Al Kazim vivió en el siglo VIII y es uno de los 12 imanes chiítas. Miles de peregrinos marchan a ver su tumba en el barrio en Bagdad para conmemorar su muerte, ocurrida en el año 799.
Irak experimenta un rebrote paulatino de ataques rebeldes con muchos muertos luego de dos años de un significativo descenso en el nivel de la violencia que llevó al presidente estadounidense, Barack Obama, a anunciar una retirada gradual de tropas.
El jueves, dos atentados suicidas en Bagdad y en otras ciudad al norte de la capital dejaron al menos 89 muertos, en la jornada más mortífera en el país desde febrero de 2008, cuando dos suicidas mataron a 98 personas.
El mandatario norteamericano prevé retirar los 140.000 soldados estadounidenses desplegados en Irak para fines de 2011. El grueso se irá en agosto de 2010, y quedarán sólo 50.000 soldados para entrenar al ejército iraquí hasta diciembre del año siguiente.