La noticia cayó como un baldazo de agua helada. Sobre todo en los integrantes de la organización del Conde de Godó, que se frotaban las manos esperando el choque que se avecinaba. Pero David Nalbandian volvió a dar la nota, porque ganó su partido y accedió a los cuartos de final, pero no se enfrentará con Rafael Nadal ya que se bajó por lesión.

La otra mala noticia fue la eliminación de Juan Mónaco a manos del chileno Fernando González, que lo derrotó por 7-6 (6) y 6-3 y terminó con a última ilusión de la legión criolla.

El anuncio de la retirada de Nalbandian sorprendió a propios y extraños porque el cordobés se había mostrado conforme con su rendimientos, después de darle una paliza a Nicolás Almagro (6-3 y 6-4), y porque incluso había dicho que "mañana (hoy) no hay margen de error" ante Nadal. "Tengo que salir a jugar lo mejor posible, debo jugar a un gran nivel, esforzarme al máximo", sostuvo el argentino sin arrojar dudas sobre su participación.

Poco después, Ángel Ruiz Cotorro, su médico personal y de la Real Federación Española de Tenis (RFET), anunció que se retiraba porque "su cadera no está en condiciones. David sufre una inflamación desde hace un par de semanas, y estuvo jugando con molestias que se fueron empeorando con los partidos", explicó.

Nalbandian será sometido mañana a nuevas pruebas médicas y es prematuro saber si podrá jugar en las próximas semanas.

Ayer, todos se lamentaron por su deserción, hasta el mismo Nadal, que pasó a semis sin transpirar. "Es una mala noticia. Nalbandian es un jugador que tiene mucha calidad y que jugara contra Nadal había generado mucha expectación", dijo el director del certamen Albert Costa.

Rafa lamentó la lesión de su amigo cordobés: "Siempre es un reto jugar contra él (...) No es bonito meterse en semifinales de esta forma", dijo quien venció con un cómodo 6-2 y 6-0 al belga Christophe Rochus.