BUENOS AIRES (ABA) . - La Argentina atraviesa por una zona de "turbulencia significativa" según el Indice de Gobernabilidad (IG) presentado ayer por el departamento de Análisis Político y Opinión Pública de la Universidad Católica Argentina (UCA).

El puntaje en el lapso que abarca marzo y abril de este año es de 38,5 (sobre 100) y significa el anteúltimo nivel de los cuatro contemplados.

La imprevisibilidad de la sucesión política (por prácticas tanto del oficialismo como de la oposición), la baja calidad institucional (con fenómenos como el adelantamiento de las elecciones) y los actuales indicadores negativos sobre el PBI, fueron los factores principales que provocaron el descenso de tres puntos respecto al segundo semestre de 2008 (era entonces de 41,5%).

El I.G de la UCA incluye cuatro escalas: Gobernabilidad significativa (de 70 a 100 puntos); gobernabilidad moderada (55 a 69), turbulencias significativas (31 a 54) y proximidad a situaciones anárquicas (30 o menos).

En el primer parámetro se ubican los países del G 7, China e India, y dentro de la región Chile, Uruguay y Brasil; en el segundo segmento figura México, en el tercero además de Argentina se menciona a Venezuela, Ecuador y Bolivia.Somalía y Haití figuran en el último grupo.

Argentina no solo está entre los de más baja evaluación dentro del tercer grupo, sino también que el indicador viene en caída desde el 43 % del bimestre julio- agosto de 2008 pasando por el 41 de comienzos de este año.

El nivel más bajo se registró en julio de 2002 con la renuncia de Duhalde cuando el índice estuvo en el 22,5 %, pero de allí tuvo un crecimiento que abarcó incluso la primera etapa de la administración Kirchner. "Dos factores crearon esa sensación de mejoría en esa etapa: la reconstrucción del poder presidencial y una orientación económica definida", explicó el titular de la cátedra que realizó la investigación, Miguel Angel Iribarne. Otro punto de inflexión del declive fue el conflicto con el campo y posteriormente la estatización compulsiva de los aportes previsionales.

Para la UCA algunas tendencias muy preocupantes son: Caída en la calidad institucional, inseguridad en aumento (con el dato de la imposibilidad de gendarmería de controlar un escenario que excedan a dos focos de conflicto), imprevisibilidad post- electoral, estanflación, nivel de conflictividad laboral y acercamiento del país a una zona de anarquía.