EL BOLSÓN (AEB)- Jaqueados al no poder dar respuesta a tanta demanda social, el intendente Romera y los concejales llevarán sus reclamos a Viedma la próxima semana con la esperanza de que el gobernador Saiz se decida a transferir tierras y viviendas en el corto plazo.

La realidad indica que "son unas 400 familias carenciadas las que no pueden seguir esperando una solución habitacional, mientras recrudecen las tomas irregulares de cualquier espacio de tierra disponible en la costa del río o en los barrios periféricos.

La súplica de los vecinos llevó a unas 30 familias del barrio Esperanza a llenar el Concejo Deliberante en la noche del martes, donde manifestaron su enojo por la caída de un programa habitacional que debía canalizar Cáritas, pero que no reunió las garantías suficientes y terminó por frustrar el sueño del techo propio.

"Aún es posible que el proyecto se haga -dijo una joven madre con su hijo en brazos-, reunimos todos los requisitos pero el gobierno sigue poniendo freno a nuestra esperanza de tener una vivienda propia".

Otra mamá pronosticó que "no podemos seguir esperando eternamente, se está agotando nuestra paciencia. ¿Por qué no se tramita si el intendente firmó compromisos?", se preguntó.

Como si fuera poco, el último plan habitacional de 60 unidades -asignado por el Programa Federal-, todavía no encuentra tierra disponible para construirlo y los concejales tendrán que gestionar la posibilidad de radicar un nuevo cupo en un predio excedente de un loteo privado en el sector sur.

Las quejas del jefe comunal apuntan "a la discriminación que sigue sufriendo este pueblo por parte de la provincia. No puede ser que hayan entregado 30 casas en los últimos seis años, cuando la estadística muestra que se duplicó la población cada diez años".

Con unos 30 mil residentes, los organismos comunales estiman que las necesidades habitacionales "rondan hoy por las mil casas", con la salvedad que tampoco hay crédito inmobiliario para el sector que puede afrontar una cuota.