Los represores de la Armada Alfredo Astiz y Jorge "Tigre" Acosta, junto a otros 32 marinos, fueron procesados con prisión preventiva hoy por el secuestro y desaparición de la adolescente Dagmar Ingrid Hagelin, en 1977, durante la última dictadura militar.
Fuentes judiciales informaron que el juez federal Sergio Torres dictó los procesamientos y, a la vez, impuso embargos de un millón de pesos a cada uno de los marinos. La lista de procesados incluye a Antonio Pernías, Ricardo Miguel Cavallo, Luciano Becerra, Eugenio Vilardo, Hugo Damario, Carlos Daviou, Juan Carlos Fotea, Miguel García Velazco y Ricardo Lynch Jones.
También figuran Pablo García Velazco, Edgardo Otero, Roberto Pérez Froio, Alberto Eduardo González, Ernesto Frimón Weber, Juan Torti, Raúl Scheller, Néstor Omar Savio, Julio César Coronel y Antonio Vañek. Asimismo, fueron procesados Rogelio Martínez Pizarro, Carlos Orlando Generoso, Víctor Francisco Cardo, Oscar Antonio Montes, Pedro Santamaría, Francisco Rioja, Raúl Jorge González, Manuel Jacinto García, Carlos Guillermo Suárez Mason -hijo del homónimo fallecido general del Ejército-, Jorge Carlos Radice, Orlando González, Randolfo Luis Scachi y Juan Carlos Rolón.
A Dagmar Ingrid Hagelin, una joven sueco-argentina de 17 años, la baleó Astiz el 27 de enero de 1977 cuando la adolescente iba de visita a la casa, en la ciudad bonaerense de Haedo, de una amiga que había hecho ese verano en una playa de Villa Gesell: Norma Susana Burgos, militante de la organización Montoneros.
Burgos ya había caído secuestrada por los marinos, quienes montaban guardia en su casa aguardando la llegada de otra montonera, María Antonia Berger, rubia y de tez blanca, a su vez sobreviviente de la Masacre de Trelew, el 22 de agosto de 1972.
Los marinos vieron llegar justamente a una jovencita rubia y de tez blanca y pensaron que se trataba de Berger, por lo que intentaron detenerla. Pero como la chica practicaba atletismo consiguió alejarse corriendo velozmente.
Según la investigación, Astiz le habría gritado "parate flaca, que te tiro", con su rodilla en tierra y la pistola apuntando a la espalda de la chica. Finalmente disparó y el balazo impacto en la cabeza de la joven, que se desplomó sobre el asfalto.
El grupo de tareas la trasladó a la ESMA, donde se certificó el error al carearla con Burgos, que estaba secuestrada en ese centro clandestino de detención. A la vez se comprobó que había quedado paralítica.
Desde entonces Dagmar permanece desaparecida. Su padre, Ragnar Hagelin, desplegó una denodada tarea en busca de su hija y en procura de justicia.
En 1986, Astiz había sido sometido a juicio oral por este caso, pero la ley de Obediencia Debida interrumpió el proceso, hasta que en 2004 la declaración de inconstitucionalidad de esa norma -junto con la de Punto Final- reabrió la denominada "megacausa ESMA", en la que quedaron implicados numerosos marinos.
La ESMA era la Escuela de Mecánica de la Armada, donde funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención de la dictadura y por donde se estima que pasaron alrededor de cinco mil prisioneros de la dictadura, de los cuales muy pocos sobrevivieron. Varios de los detenidos que pasaron por ese centro fueron arrojados desde aviones al mar, vivos y narcotizados, en los que se conocieron como los "vuelos de la muerte".
Agencia DyN