ALLEN (AA).- Un grupo de padres y docentes de la escuela rural Nº 40 de Fernández Oro estuvieron ayer en la delegación de CPE en Allen, solicitando que los alumnos de la institución puedan contar con el servicio de transporte escolar.
Para algunos chicos es imposible asistir a clases ya que viven en zonas lejanas a la escuela, situación similar a la que se presenta en otras escuelas rurales de la provincia.
El reclamo de los padres y docentes de la escuela rural Nº 40 llegó ayer por la mañana a la delegación de CPE. Cerca De las 9.30 un grupo de papás acompañados por la docente de nivel inicial, Verónica Sandoval, se hicieron presentes en las oficinas de la calle Mariani de Allen.
"Venimos a pedir por el transporte de los chicos de nuestra escuela ya que comenzaron las clases y no lo tenemos habilitado. Los alumnos tienen que recorrer largas distancias por las chacras, recorriendo caminos que no están en buen estado. Ya hemos hecho reclamos por la vía administrativa, enviamos notas los docentes, directivos y padres y ya no sabemos a quién reclamar. Queremos que nos den una solución" indicó Verónica Sandoval, maestra de la escuela rural Nº 40.
"La escuela necesita el transporte. Hay chicos que para ir a estudiar deben cruzar la Ruta 22 y 65, algo que es muy peligroso. Todos los años tenemos el mismo problema. Ya en esta época - en la mañana - hace mucho frío para que los alumnos vayan a la escuela caminando o en bici", agregó Marta Painehual, madre de tres niños que concurren a la escuela rural de Fernández Oro.
Ayer por la tarde se esperaba la concreción de una reunión entre la comunidad educativa de la escuela rural Nº 40 y las autoridades del CPE. Según informó Miriam Prospiti, supervisora de nivel inicial, el transporte ya estaría autorizado por Educación y sólo faltaría cumplimentar el requisito de autorización por parte de los padres para que sus hijos puedan viajar en las unidades escolares.
Resulta difícil de entender cómo después de 46 días de paro de los docentes, estos problemas no estén resueltos todavía. Los chicos de Fernández Oro corren el riesgo de perder más clases todavía, por un tema que debería estar resuelto.
