CIPOLLETTI (AC).- El Simposio Internacional de Escultores que organiza en esta ciudad la dirección municipal de Cultura, inició su cuenta regresiva. Mañana trece artistas plásticas del país y del exterior comenzarán a esculpir en mármol y a trabajar con diversos metales en el parque Rosauer.
En el lugar ya fueron instalados los bloques de mármol travertino que serán intervenidos, hasta el 3 de mayo, por Nadia Guthmann, Adriana Badii, Rosa del Valle Cabral, María Gabriela Mastronardi y Julia Farjat, de Argentina. Del exterior participarán Griselda López Paredes (Chile), Songul Telek (Turquía), Carolina Ramersdorfer (EE. UU.), Canan Sönmezdag (Turquía), Pascale Archambault (Canadá), Beatriz Carbonell Ferrer (España), Tanya Preminger (Israel) y Mayer-Tasch Verena (Italia).
El simposio, que este año congrega sólo a mujeres, se realiza al aire libre y a la vista del público.
La apertura se realizará mañana, a las 12, en el parque. Para esta edición está previsto que los horarios de trabajo de los escultores sean de 8:30 a 12:30 y de 14:30 a 19:30, durante los diez días del evento.
A su vez, habrá un grupo de chicas del programa "Comunidades Vulnerables" que realizarán su propia obra.
Para poder concretar con éxito la tarea, desde hace algunos meses participan de un taller de escultura coordinada por la artista Josiana Beain.
Como actividad paralela, se ofrecerá desde el martes un taller de escultura para niños. La actividad consistirá en la enseñanza de técnicas de tallado en telgopor. La idea es que los chicos que se acerquen al lugar puedan volver ese día a sus hogares con una escultura hecha por ellos mismos. El taller, de carácter gratuito, se extenderá hasta el domingo.
Como el simposio no tiene carácter de competencia, los artistas regionales (Río Negro y Neuquén) recibirán un reconocimiento económico de 3.000 pesos; los nacionales de 4.000; los de países limítrofes de 5.000 y los internacionales de 8.000 pesos.
Para Viviana Martín y Eduardo Palací, caras visibles de la organización, el objetivo de los encuentros es "desarrollar un gran taller a cielo abierto para que puedan disfrutar de la actividad no sólo los que tienen acceso al arte sino toda la comunidad". También para "desacralizar al artista, mostrando que no es un ser iluminado sino alguien que sabe utilizar herramientas y tiene un concepto de volumen".
Suman como beneficios de este tipo de actividades la función educativa y social, la interrelación cultural y la inclusión del ejercicio laboral de los alumnos del IUNA.
Por su parte, el director de Cultura, Carlos Magliarelli, destacó que "lo interesante del formato de simposio, es que deja a la ciudad obras que de otra manera sería imposible adquirir por el costo que tienen". Reconoció que una escultura de cualquiera de las artistas internacionales que llegarán a Cipolletti cuestan entre 30.000 y 50.000 dólares.
