Martes 21 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 22 > Internacionales
Lugo: otra mujer reclama la paternidad
Dijo que el ex obispo la indujo a tener sexo. Se desmorona imagen del presidente guaraní.

ASUNCIÓN.- Benigna Leguizamón es la segunda joven que denuncia al presidente y ex obispo paraguayo Fernando Lugo para que asuma la paternidad de un hijo. Leguizamón, de 27 años, asegura que desde el año 2001 mantuvo relaciones con el entonces obispo de San Pedro y que "está 100 por ciento segura" de que es el padre de su hijo, ahora de seis años.

"Me pongo en manos de la Justicia, voy a pedir que se haga el examen de ADN, estoy cien por ciento segura de que el papá de mi hijo es Fernando Lugo Méndez. Espero que él lo reconozca, o que no tema someterse al examen", sostiene Benigna, quien oscurecería aún más el horizonte político del presidente, que desde la denuncia por paternidad de Viviana Carillo Cañete y posterior reconocimiento vio su imagen política desmoronarse.

"No conozco el caso, no conozco la persona. Me parece sospechosa la denuncia en esta fecha y también me parece sospechosa la norma de agresividad de esta persona de quien no tengo la mínima idea de quién es, aseguró Pompeyo Lugo en defensa de su hermano en declaraciones a radio Continental. Además, aseguró que existe un fundamento político y que sólo significa un ataque a la figura del actual presidente.

Sin embargo, y a pesar de la preocupación que significó el reconocimiento del primer caso, esta situación presenta un panorama más comprometedor.

La joven no sólo era menor, sino que además habría sido inducida por el actual mandatario paraguayo a tener relaciones sexuales.

"Acudí a pedir ayuda a monseñor Fernando Lugo, porque el papá de mi primera hija, Francisco Luján Correa, quien trabajaba de anestesista del Hospital de San Pedro, me negaba la asistencia a la criatura", comentó Benigna en declaraciones al diario Última Hora donde aseguró que "en ese momento, monseñor me dio su apoyo, pero se aprovechó de mi gran necesidad y me indujo a que tengamos relaciones".

"Al año quedé embarazada de él. Tuve a mi hijo con una partera, en la misma casita en que vivía, cuyo alquiler él pagaba", sostiene la Leguizamón, quien ahora vive en una humilde vivienda, en un barrio alejado de Ciudad del Este, con sus 4 hijos y su actual concubino, quien permanece postrado debido a una enfermedad.

"El me pasó dinero hasta que mi hijo cumplió dos años, después ya fue cortando. Hoy no responde ni mis llamadas", concluyó. (AFP)

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