CIPOLLETTI (AC).- Una situación muy tensa se vivió ayer en el edificio del CEM 15 cuando los ingresantes del nuevo industrial llegaron a la escuela para comenzar con su primer día de clases. Con una cadena humana, algunos insultos y patadas, un grupo de alumnos del bachiller quiso evitar que ingresen los del técnico con quienes compartirán las instalaciones.
Los hechos generaron indignación entre los padres de los niños que empiezan su escolaridad secundaria en esa modalidad y reclamaron a las autoridades del Consejo Provincial de Educación (CPE) que garanticen la seguridad de sus hijos.
El delegado regional del CPE, Matías Magallán, adelantó que hoy les presentarán una propuesta de organización para evitar este tipo de situaciones y aseguró que, desde el organismo educativo, no se descartan sanciones administrativas y disciplinarias si persisten actos como el de ayer.
El conflicto que se inició a fines del año pasado cuando el gobierno decidió crear un nuevo industrial en el edificio del CEM 15, tuvo ayer su punto más álgido. Cerca de las 14, pocos minutos antes del horario de ingreso de los alumnos del Centro de Educación Técnica Nº 22 que comenzaba su primer día de clases, una cadena de jóvenes del bachiller se paró frente a la puerta para evitar que pudieran ingresar.
Al lugar habían llegado no sólo los niños que oscilan entre los 12 y 13 años sino también sus padres que estaban citados a una reunión. Ante la imposibilidad de ingresar por la intransigencia de los otros alumnos, comenzaron las discusiones que fueron subiendo de tono hasta llegar, incluso, a insultos y patadas.
Para que la situación no pase a mayores, la directora del CEM Susana Ponsa, intercedió ante los jóvenes y si bien hubo clases, los padres del industrial se quedaron en el establecimiento a la espera de soluciones al reclamo de seguridad. "Lo que nos preocupa es que mañana (por hoy) los chicos sufran la misma agresión. Nos da la sensación que todo esto está incentivado por los adultos de la escuela que ya dijeron que no querían compartir el establecimiento con nosotros", razonó en medio del conflicto una mamá.
Mariela Lemos aseguró que no tienen la culpa de las decisiones que tomó el CPE respecto del lugar dónde sus hijos van a tener clases. "Es un problema que tienen que resolver ellos. Además dicen que nosotros (el CET 22) queremos absorberlos pero no es así. Sólo pretendemos una educación técnica para nuestros hijos y ahora su seguridad", sostuvo.
Desde Educación, Magallán consideró "excesiva" la reacción de "un grupo" del CEM 15 ya que la escuela "sólo debe ceder dos aulas".