COLOMBO.- Sri Lanka dio ayer un ultimátum a los rebeldes tamiles para que se rindan, tras la huida de 35.000 civiles de la zona controlada por la guerrilla separatista en el noreste de la isla.
"Advertimos a (el jefe supremo de los Tigres Tamiles) Velupillai Prabhakaran y sus lugartenientes que tienen 24 horas para rendirse. Esta advertencia entra en vigor desde hoy (lunes) al mediodía (06H30 GMT)", declaró el portavoz del ministerio de Defensa, Keheliya Rambukwella.
De hecho, el final de la guerra en Sri Lanka --una de las más largas de Asia-- sólo depende de la suerte del número uno de los Tigres de Liberación de Eelam Tamil (LTTE), Velupillai Prabhakaran, escondido desde hace 18 meses.
"Prabhakaran sólo tiene que rendirse", había declarado a la AFP el presidente srilanqués Mahinda Rajapakse. Los LTTE viven concentrados en una pequeña franja de 15 km2 y están acusados de retener "como escudos humanos" entre 70.000 y 100.000 habitantes tamiles. El promotor de la caída militar de los LTTE, el presidente Mahinda Rajapakse, mostró un vídeo de imágenes aéreas donde se podían ver a miles de personas huyendo, a pie o nadando, de esta última zona de los rebeldes para refugiarse en la parte gubernamental. "Más de 35.000 (personas) pasaron hoy a nuestro lado", declaró Rajapakse.
Al parecer fue el "rescate" por el ejército de 5.000 tamiles este fin de semana el que provocó este éxodo masivo de 35.000 personas. Frente a la acusación de que sus tropas bombardean poblaciones civiles, el mandatario alega llevar a cabo "no una operación militar sino la mayor operación mundial para rescate de rehenes". (AFP)