ROCA (AR).- En tan sólo ocho meses, el consulado de Bolivia ya recibió nueve denuncias desde distintos puntos de la Patagonia sobre personas que son explotadas laboralmente y que ingresaron -por distintas circunstancias- de manera ilegal a la Argentina. Los registros fueron confirmados por el cónsul de ese país, Juan Carlos Espinoza Quintanilla quien aseguró que se están llevando adelante distintas gestiones para colaborar con esas personas y tratar de regularizar su situación.
La información surgió luego de la denuncia que hace más de un mes efectuó una joven boliviana, quien habría ingresado al país hace más de cuatro años. En un principio habría sido "explotada laboralmente" en talleres textiles de Buenos Aires, y luego recayó en Cervantes, donde la Justicia también investiga si sufrió algún tipo de mal trato físico y psicológico.
Sobre este caso, ya se dio intervención a la Organización Internacional de Migraciones, que ya se iniciaron gestiones para lograr su identificación ya que carece de cualquier tipo de documentos.
"El mayor problema que detectamos es la trata de personas. Muchos van a reclutar gente a Bolivia y los trae luego a la Argentina como mano de obra barata y casi en un estado de esclavitud", dijo Espinoza Quintanilla, quien subrayó que esos obreros muchas veces son amenazados con llevarlos a migraciones y expulsarlos del país.
En la provincia de Río Negro hay unos 30.000 inmigrantes bolivianos.