CIPOLLETTI (AC).- Como lo había anunciado el primer día del juicio, la pediatra Mónica Reyna decidió declarar ayer, durante la jornada prevista para que las partes pronuncien sus alegatos. Esta última instancia se concretará mañana, a partir de las 14.
Ayer a media mañana Reyna dio detalles sobre su actuación en la atención del bebé de casi dos años que recibió en octubre de 2003 mientras se encontraba de guardia en el hospital local. Durante la declaración ratificó su inocencia.
Sin embargo para la querella este testimonio lejos está de cambiar la presunción inicial que tiene sobre la actuación de la médica. El abogado Leandro Segovia adelantó que si bien "la evaluación final la vamos a volcar en los alegatos, la declaración no nos cambió en nada la mirada original que tenemos de esta situación en base a las pruebas".
En tanto, el juez Daniel Drake dispuso que los alegatos se trasladen al 22 y que las partes tengan -cada una- 60 minutos para exponer.
Reyna había adelantado que declararía. El primer día del juicio sólo mencionó algo sobre su trayectoria profesional asegurando que el relato pormenorizado de los hechos lo dejaba para otro momento. Consideró que ayer era el oportuno.
La pediatra está sospechada de haber causado lesiones gravísimas a un bebé de 1 año y 11 meses que sufrió daños neurológicos, intelectuales y visuales. Según la defensa el niño "tuvo una meningitis" y la atención que le brindó la médica fue la correcta.