Lunes 20 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 33 > Cultura y Espectaculos
Arte y espionaje en un thriller de Sagastizábal

BUENOS AIRES (Télam).- Una antigua cofradía cuyo acervo era una colección de cuadros de Rubens, Bruegel, Delacroix y Durero, entre otros, que fue entregada a Hitler cuando el líder nazi lideró la hermandad, es el eje de un thriller centrado en el arte, el espionaje y la ética escrito por Patricia Sagastizábal.

"La primera imagen que tuve del personaje principal llamado Lucía -hace años- fue ella en una galería mirando un cuadro, "La caza del león" de Delacroix", dice la autora en diálogo con Télam. La idea de la novela, explicita Sagastizábal, "fue convertir a esta mujer en una marchand y trabajar todo el argumento como una secuencia sobre el arte" cuenta la autora de las novelas "En nombre de Dios" y "Un secreto para Julia".

En el personaje de Lucía, considera Sagastizábal, "hay como una dualidad, todo ser humano esta a la espera de una redención, aunque en su caso no sea posible: como mujer poderosa no la necesita pero como ser humano sí. El delito que ha cometido tiene que ver con el dinero, con aprovecharse de la debilidad del otro en circunstancias extraordinarias, como la guerra".

"La colección del Führer", recién publicado por Grupo Editorial Norma, se lee como un thriller de suspenso que trata sobre una red de tráfico de obras de arte cuyos hilos son movidos por un grupo de nazis camuflados durante la posguerra y que desde el exilio continúan en actividad.

En tiempos de guerra, crece el mal pero también los actos heroicos. Así surge un grupo de investigadores que rastrea las actividades de la hermandad Primorum Santi, nacida en el siglo XVII y que luego de largos períodos de esplendores tuvo una oscura alianza con Hitler. Esto terminó por provocar una división en la cofradía. Propietarios a través de los siglos de una importante colección de cuadros, la hermandad que tenía entonces a Hitler como líder político, decide ocultarla en un convento de la Toscana, pero después de un incendio se pierde el rastro de las obras. Cuando termina la guerra algunas pinturas reaparecen y también otras que en su conjunto eran consideradas la colección del Führer. Ahí adquiere relieve la figura de Lucía, quien toma una determinación que da encarnadura a la trama en la que se cruzan miembros de la hermandad, un grupo de nazis y una asociación de judíos cuyo objetivo es restituir el patrimonio robado.

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