Lunes 20 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 19 > Internacionales
Afirman que la detención del jefe de ETA evitó un atentado
La caída en Francia del encargado del aparato militar es un duro golpe a la organización separatista vasca.

MADRID.- La operación en Francia y en España contra la organización separatista vasca ETA permitió evitar un atentado que se estaba preparando en el País Vasco (norte), aseguró ayer el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El ministro precisó durante una conferencia de prensa que el nuevo presunto jefe del aparato militar de ETA, Jurdan Martitegi, pudo ser detenido el sábado en el suroeste de Francia gracias al seguimiento del responsable de un comando de ETA desde Vitoria, capital administrativa del País Vasco.

Este responsable, Alexander Uriarte, que fue detenido junto a Martitegi en Montauriol, en el departamento francés de los Pirineos Orientales, había ido a recibir "instrucciones" antes de "actuar" y cometer un "atentado", añadió Rubalcaba, sin dar otras precisiones.

Esta es la tercera detención de un jefe del aparato militar de ETA, después de Garikoitz Aspiazu Rubina, alias "Txeroki", en noviembre pasado, y de Aitzol Iriondo "Gurbitz", su sucesor, en diciembre. Ambos fueron detenidos en el suroeste de Francia.

El ministro del Interior afirmó que el gobierno socialista ya no consideraba la posibilidad de un diálogo con ETA. "El proceso de diálogo es del pasado y el pasado nunca vuelve", declaró.

ETA ha matado a 825 personas en los 41 años que lleva luchando por la independencia del País Vasco. La línea dura de ETA recibió un nuevo golpe con esta detención, en un momento en que el entorno de la organización separatista vasca se interroga cada vez más sobre la utilidad de seguir con la lucha armada.

Su detención es "un nuevo golpe duro para la estrategia militar de ETA", comentó Alberto Surio, especialista en la problemática vasca. Desde el frustrado intento de negociación con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2006/2007 y la ruptura de un alto el fuego permanente en junio de 2007, la organización se ha radicalizado, con una treintena de atentados que se cobraron la vida de seis personas.

Pero al mismo tiempo se estrechó el cerco judicial sobre el entorno político del grupo y las policías española y francesa han aumentado el número de detenciones contra una dirección integrada por jóvenes salidos de la "kale borroka", movimiento de violencia urbana vasca.

En las cárceles, un tercio de los 737 presos vascos es favorable al abandono de la lucha armada, según un documento de la policía española citado por dos diarios vascos. (AFP)

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