LA RIOJA.- Un riguroso operativo de seguridad se dispondrá desde mañana en la capital riojana para la exhumación de los restos del obispo Enrique Angelelli, prevista para el día posterior, para realizarle la autopsia y regresarlo a su lugar de entierro en menos de 12 horas.

La Justicia dispuso que la Dirección de Defensa Civil de la provincia sea la dependencia encargada de abrir la cripta, el miércoles a las 9, de quien fue obispo de La Rioja hasta el 4 de agosto de 1976, cuando murió en un sospechoso accidente de ruta.

Angelelli, presuntamente ultimado por la dictadura, falleció a los 53 años cuando se dirigía desde la localidad de Chamical hacia la capital provincial. A pedido de la fiscalía, el juzgado federal de La Rioja autorizó esta nueva autopsia para verificar fundamentalmente si, como han dicho varios testigos, el cráneo del obispo presenta un golpe que habría sido aplicado con un objeto contundente luego de que otro automóvil obstaculizara su camino.

Angelelli fue encontrado tirado en medio de la ruta, con los brazos en cruz, a metros de su camioneta, mientras volvía de Chamical, donde el 18 de julio previo un comando especial había secuestrado, torturado y asesinado a los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville.

De la autopsia participarán peritos del Centro Médico Forense, que depende del Ministerio de Justicia de la Nación, y el especialista Mario Vignolo, como perito contratado por el obispado local.

El día de la exhumación la zona será custodiada por Gendarmería y entre martes y miércoles la Iglesia Catedral, donde se encuentra la cripta, estará cerrada al público. Según lo previsto, Defensa Civil realizará los trabajos de albañilería durante el martes, para que el miércoles desde las 9 se pueda retirar el cuerpo, hacer la autopsia y regresarlo a la cripta por la tarde.

La semana pasada, la Iglesia expresó su confianza en que la exhumación del cadáver contribuya a esclarecer si fue un deceso por un siniestro vial común o un crimen perpetrado por "un grupo de tareas" vinculado con la última dictadura. "Esperamos que como todas las medidas procesales, contribuya a establecer la verdad de lo sucedido", dijo el arzobispo Carmelo Giaquinta al manifestar su apoyo a la decisión.

El prelado preside una comisión eclesiástica que investiga en forma paralela las causas del deceso de Angelelli, ocurrido el 4 de agosto de 1976.