- ¿Vuelven el partido de la "mística creadora"?
- Nunca se fue? pero estaba algo achacado. El radicalismo es necesario para el país. No hay que aflojarle.
- En su discurso de cierre de la Convención usted?
- ...fue un discurso de esencia definidamente política.
- ¿Por qué me hace esa aclaración?
- Porque desde lo discursivo, en política hay dos planos: aquel que hace a lo esencialmente político, es decir el definirse desde ese campo ideológico-cultural, y aquel que hace a lo programático, al planteo puntual de temas que hacen a lo que corresponde a la política: la solución de problemas, el facilitar la vida... porque en el fondo esa es la función de la política.
- OK, pero usted habló del capitalismo en tanto sistema. Una identificación que, en general, la política argentina aborda desde laterales, casi como que se habla de capitalismo; puede haber una mala interpretación dada la carga ideológica que conlleva. Su padre hablaba de "la parte buena del capitalismo". Usted dijo que "hay que mejorarlo". ¿Qué es aquello que usted detecta en el capitalismo como déficit y como positivo?
- En relación a lo segundo, la iniciativa, su formidable capacidad de transformación, de empuje, de vitalidad. Esto no necesita demostración. Es, simplemente es. Pero cuando me refiero a "mejorarlo", hablo de que el capitalismo integre al conjunto de la sociedad?que se reproduzca ampliando sus base social de sustento. Algo funciona mal cuando, bajo la hegemonía del capitalismo, hay millones de seres hundidos en la pobreza, en la exclusión?
- ¿Es una cuestión moral?
Ante esta realidad no soy inocente, no soy moralista, simplemente miro la realidad y encuentro que, así como funciona hoy, el capitalismo tiene que tratar mejor a la sociedad que le da sentido. La gente quiere estar adentro del sistema, sentirlo, saber que el sistema también es para ella. La gente, pobre, también quiere ser propietaria? tener su casita, progresar.
- ¿Cómo se logra eso desde la política?
- Con comunión de un proyecto en el que todos se vean involucrados sin egoísmos. Ese proyecto viene desde la política, de la política en estado de consenso? de la política sin discurso único, como nos pasó en los `90 aquí. Todos los que no pensábamos como el menemismo, éramos escoria.
- ¿Está de acuerdo en algo que, al menos en Europa, va asumiéndose en términos cada día más acentuados: la política ha entrado en etapa de vivir en emergencia permanente, en escenarios cada día más neuróticos, señala Ballard?
- Estoy de acuerdo en que los desafíos son cada vez más graves, más exigentes. Esto está a la vista y, quizá, esto renueve la pasión por la política. Cuando la gente se enoja, sale a la calle, protesta por esto o aquello que hace a la organización de la sociedad, a la relación de ésta con lo público, no sólo mira a la política sino que le pide a la política que se ocupe de ella. Y las alternativas vienen de la política.
- ¿No cree que lo macro, el famoso "número", las cantidades en todo caso, se han transformado en un problema para la política? Capital y el Gran Buenos Aires: 13 millones de seres? San Pablo, 17 millones; El Distrito Federal de Méjico: la mitad de la población argentina.
- Pero el número no puede resignar a la política. La condiciona de esta o aquella manera, pero no puede resignar su potencialidad, que por otra parte es inmensa. De ahí, vuelvo a lo dicho, que es tan apasionante?
- Alfonsín completo?
- Alfonsín completo (ríe)? Pero sí? es así. Si nos resignamos y nos encerramos cada uno en su casa, bueno?
- Crecen los yuyos hasta en la cabeza, decía Carlos Pellegrini. Decía que en política, la idea suele transformarse en un sufrimiento, pero es su vitalidad. Días atrás usted dijo que su padre sufrió mucho el fracaso del proyecto de traslado de la capital. Cuénteme. Para el caso, no interesan las razones del fracaso, sino una cuestión más humana.
- Sí, sí? Papá hablaba poco del tema, pero cuando lo hacía? Le dolió, le dolió mucho, más que cualquier otra cuestión que no le haya salido bien como presidente?
- Déme un dato de ese instante de emoción fuerte.
- Y? movía la cabeza, silencio. Mire, cualquiera sea la opinión que se tenga sobre el proyecto de traslado de la capital, se esté o no de acuerdo, fue una idea generosa, una idea fundada en una visión amplia, una visión de futuro, una idea?
- ¿Cálida? Obama acaba de señalar que la política es agria, pero también es calidez.
- ¡Y es verdad! ¡Obama..!
- ¿Obama qué?
- Es un lindo momento de la política americana? desafíos, problemas de manejo complejo. Y ahí tiene, creo que lo dije en la Convención: Obama en la Casa Blanca es un ejemplo de no resignación, por que si miramos los condicionamientos que tuvieron los negros durante décadas en los Estados Unidos, todo lo que tuvieron que luchar, todos lo que tuvieron que morir para tener derechos, bueno, es heroico, mire por donde se lo mire. Y, finalmente, triunfaron?
- ¿Qué es el poder?
- Algo que puede dignificar o degradar. Dignifica cuando ayuda, cuando transforma para bien, cuando enlaza la política con la gente, la mete entre la gente para ser solidaria con ella, para solucionarle problemas, para escucharla. Degrada cuando va en dirección opuesta a todo esto.
- Tengo la impresión de que la política se le vino muy de golpe a usted.
- No, no es así. Siempre estuve en política, máxime con el viejo que tuve. Aceleré mi pasó en el `99 y me gusta mucho el momento en que el radicalismo renueva su compromiso con la sociedad. Estoy muy contento con el frente que armamos con Elisa Carrió y el socialismo.
- ¿Por qué habría que votarlos?
- Porque somos una alternativa ética ante el peronismo y porque llevaremos adelante un programa que contempla a la gente? Porque somos profundamente democráticos en un escenario electoral donde el peronismo que se muestra dividido pero no lo está; kirchnerismo y peronismo disidente sólo resuelven una interna en una elección general, pero después se juntarán? Es un sistema muy perverso de resolver internas.
- "Nadie como nosotros los peronistas para matarnos entre nosotros y luego juntarnos", me dijo una vez Brito Lima...
- ¡Terrible! Pero sí, sí? lo señalé en mi discurso: si en las próximas elecciones aparece un nuevo líder peronista, hasta Kirchner abandonaría el kirchnerismo. Y les vamos ganar. Ya estamos en marcha?
- En materia de votos, manda la provincia de Buenos Aires. Dejemos de lado el conurbano?
- Ahí también les vamos a bajar el copete?
- En el resto de la provincia, el poder del radicalismo está muy lastimado. ¿Cómo se recupera?
- Pateando la provincia metro a metro, casa por casa, campo por campo, mirándonos dentro de tanta historia linda que el partido tiene en la provincia. Eso vamos a hacer con Margarita Stolbizer.
- ¿Cómo define a la yunta?
- Radical, trabajadora, con pasión por la política, abierta a escuchar a la gente y a trabajar por ella; yunta honesta, democrática?
- Desde lo teórico, si se quiere desde lo filosófico, una parte importante de su discurso estuvo dedicado a reflexionar sobre la tensión existente entre ética y política. Me pareció detectar que le molesta la liviandad con que suele manejarse esa relación. ¿Es así?
- Estoy decididamente en contra de hacer de la política una actividad que ningunee a la ética, la moral. Lo dije claramente: la política sin moral es basura. No soy de aquellos que priorizan la política por encima de la ética. La ética es funcional a lo que la política tiene de maravilloso: la gente? Su sentido: la gente. No hablo sólo de honestidad, hablo del dictado que debe tener un proceso político, de las obligaciones con que debe manejarse? lo que suele llamarse la materia, el objeto central destinado a dignificar la vida de la gente.
- ¿Entonces ganan?
- Sí.
- En cada curva y en cada recta siempre hay un radical, decía Crisólogo?
- Sí señor.
Una vida de lecturas
De un parecido notable con su padre Raúl, Ricardo Alfonsín también tiene su misma voz y estilo vehemente de oratoria. Nació en Chascomús en noviembre de 1951 y fue el tercer hijo de los seis que tuvo el ex presidente con Lorenza Barreneche.
Se recibió de maestro en la Escuela Normal de Chacomús, tras lo cual estudió abogacía en La Plata, aunque se recibió en la UBA. Fue docente de Instrucción Cívica y antes de ejercer como abogado vendía mechas para las tornerías de Buenos Aires. Se con Cecilia Plorutti, con quien tuvieron cuatro hijos: Lucía, Marcos, Ricardo y Amparo. Esta última murió en trágico accidente en el colegio. Su padre le inculcó la lectura desde chicos y se enfurecía cuando lo sorprendía con historietas. Confiesa que hasta los 32 años sólo leía filosofía- Unamuno, Ortega y Gasset- y no hacía deportes. Su primer cargo partidario fue en 1993 como convencional nacional de la UCR. En 1999 fue electo diputado provincial. Tras el 2004 volvió al ruedo y ahora toma más fuerza tras la muerte de su padre.
CARLOS TORRENGO
carlostorrengo@hotmail.com