MÉXICO.- Ocho policías murieron en un ataque contra un convoy de las autoridades de seguridad que transportaba a un importante sospechoso de narcotráfico a una prisión el oeste del país.
Un grupo de sicarios mató a cuatro policías federales, dos agentes federales de investigación y dos empleados de un centro penitenciario cuando transferían al sospechoso a una prisión, informó Secretaría de Seguridad Pública.
"Siempre cumplieron con profesionalismo, entrega y dedicación su labor´´, dijo la secretaría sobre las víctimas del enfrentamiento.
Los atacantes aún no han sido identificados, pero la secretaría señaló que aparentemente el asalto fue un intento frustrado de rescate para Jerónimo Gámez, un importante integrante del cartel de los Beltrán Leyva al que habían arrestado en las afueras de la Ciudad de México en enero.
Gámez fue llevado de la capital a un aeropuerto en el estado de Nayarit, en el Pacífico, y de ahí se tenía planeado llevarle a una prisión de Tepic, la capital estatal. Este tipo de ataques han ocurrido en otras ocasiones, pero pocas veces con tal brutalidad.
Por lo general los prisioneros son transportados en grupos de vehículos regulares, acompañados de policías fuertemente armados. La policía federal tiene vehículos blindados para transportar a los prisioneros, pero no estaba claro si se emplearon en el convoy atacado el sábado. Los procuradores indican que Gámez es primo de Arturo Beltrán Leyva, uno de los más poderosos líderes del narcotráfico.
Lo acusan de actuar como representante de Beltrán Leyva para negociar tratos con los traficantes colombianos.
El general Rodolfo Cruz, coordinador de las fuerzas federales, afirmó que el ataque se inició aproximadamente un kilómetro después de que el convoy que trasladaba a los nueve detenidos saliera del aeropuerto de Tepic.
"Todo iba bien, por buen camino, la punta del convoy iba encabezado por las fuerzas federales, con un kilómetro de salida del aeropuerto pasó un camión cañero de seis toneladas, tratando de obstruir el paso", explicó el jefe militar.
Agregó que el convoy logró pasar el camión y al momento de rebasarlo empezaron a disparar contra los vehículos que hacían el traslado, que pese al ataque y a las ocho bajas sufridas no detuvieron su camino y se logró internar en el penal federal número cuatro a Gerónimo Gámez y sus ocho cómplices.