Domingo 19 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. > Internacionales
Obama y una semana de cambios vertiginosos
De aquel tiempo de promesas al ejercicio del poder.





WASHINGTON (AP) _ En una semana de cambios vertiginosos, el presidente de Estados Unidos Barack Obama echó por la borda las políticas de George W. Bush sobre los gases de efecto invernadero, echó luz sobre el apoyo del gobierno de su antecesor a la tortura y alivió sus restricciones a Cuba, pero todo tiene sus límites.
La promesa de su campaña electoral de prohibir las armas de estilo militar, como los fusiles de asalto, ha sido uno de sus reveses. Aunque la promesa de cambio fue el arma más poderosa en la campaña del año pasado, la semana demostró el cuidado con que calibra su impacto.
"Hemos atravesado un capítulo oscuro y doloroso de nuestra historia'', dijo el presidente en una declaración que acompañó la difusión de los memorándum -otrora secretos- que delinean las técnicas de tortura que permitió el gobierno de Bush.
"Pero en momentos de grandes desafíos y una desunión inquietante, nada se ganará gastando tiempo y energías culpando al pasado'', agregó.
Ese fue un mensaje para tranquilizar a los empleados de la CIA que aplicaron el ahogo simulado y otras técnicas duras de interrogación que Bush permitió y que Obama prohibió.
También decidió dejar fuerzas de combate en Irak unos pocos meses más de lo que prometió, como concesión al Pentágono. "Siempre haré lo que sea necesario para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos'', dijo en una declaración acerca de los memorándum sobre la tortura.
Lo mismo pudo haber dicho sobre la demora en el retiro de los soldados.
El secretario de Justicia Eric Holder anunció además que el gobierno pagará los gastos legales de todo aquel en la agencia de inteligencia que necesite un abogado como consecuencia de haber aplicado las técnicas de interrogatorio mencionada por los memorándum.
La difusión de los documentos había sido tema de un debate prolongado y enérgico, con un plazo perentorio como resultado de una demanda interpuesta por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU).
Ninguna demanda, empero, motivó la nueva política hacia Cuba, que fue anunciada antes del primer viaje presidencial de Obama a Centroamérica.
En este caso, también, Obama fue más allá de lo que algunos deseaban, aunque no tanto como otros esperaban. Según la nueva política, el gobierno levantó las restricciones que pesaban sobre los cubano-estadounidenses que desean viajar y enviar dinero a la isla y autorizó a las firmas estadounidenses de telecomunicaciones a hacer negocios allí.
El embargo general sigue en pie tal como lo ha estado desde el gobierno de John F. Kennedy.
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