Domingo 19 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. > Internacionales
Cristina, satisfecha con la reunión con Obama
“Constituye un adelanto importante en las relaciones con Latinoamérica”, dijo.

PUERTO ESPAÑA, Trinidad y Tobago (DyN, Enviado especial) - La presidenta Cristina Fernández consideró que el encuentro que mantuvieron los miembros de la UNASUR con el mandatario estadounidense, Barack Obama, “constituye un adelanto importante en las relaciones de la región”, y expresó su deseo de que “todo esto pueda traducirse en resultados concretos”.Además, la jefa de Estado calificó la reunión como “impensable y democrática” y enfatizó que “lo importante es la necesidad de construir confianza” para restablecer los vínculos con los Estados Unidos. “El planteo general fue que el relacionamiento entre los Estados requiere una actitud de no injerencia de los Estados Unidos en los asuntos internos y él (Obama) aseguró que eso iba a cambiar en su gestión”, destacó. Esta agencia pudo presenciar los momentos previos a las conversaciones entre Obama y sus colegas latinoamericanos y allí se observó un clima tranquilo en el que los presidentes mantenían posiciones distendidas. A su término, la presidenta accedió a dialogar con la prensa y explicó que durante la conversación, los mandatarios de la UNASUR le plantearon a Obama temas como migraciones, la injerencia de los Estados Unidos en asuntos internos y la necesidad de eliminar el bloqueo a Cuba y de recapitalizar el BID.“Fue una reunión que constituye un adelanto importante en las relaciones de la región y espero que esto pueda traducirse en resultados concretos. Toda la reunión giró en torno a qué es lo que queremos como relacionamiento y lo que él (Obama) quiere como relacionamiento en la región”, afirmó. La mandataria informó que los presidentes de la región le expusieron a Obama los casos de “intromisión” en sus asuntos internos por parte de Estados Unidos en los últimos años, pero admitieron que el actual mandatario sólo hace tres meses que está en el poder. “El planteo general de todos los presidentes fue que el cambio de relacionamiento requiere una actitud diferente de no injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de cada país”, puntualizó. Añadió que “concretamente los presidentes relataron allí lo que constituye el doloroso presente de injerencias en procesos internos de esos países”.  “Obama aseguró que eso iba a cambiar, que durante su gobierno no iba a ser así. Pero también manifestó que hace tres meses es presidente lo cual es cierto”, explicó la presidenta. En ese marco, sostuvo que “creo es la necesidad de construir confianza. Y la construcción de la confianza se hace no solo con intenciones y discursos sino con medidas y decisiones concretas”.Al precisar que se habló de los problemas migratorios,  consideró que “una solución estructural para el problema que tiene Estados Unidos debería ser una ayuda económica a toda la región de manera tal que los países puedan desarrollarse y no expulsaran gente”.  

Análisis:

Cuando valen los gestos

PUERTO ESPAÑA (DPA).- Cuando en una cumbre como la de las Américas que tiene lugar en Trinidad y Tobago se ha dicho tanto antes incluso de su comienzo, los gestos que acompañan las palabras pueden darle un giro inesperado a los acontecimientos. Y eso es exactamente lo que parece estar pasando en Puerto España, donde un apretón de manos y un libro parecen haberle dado una vuelta radical a una cita que se preveía más que difícil.
Ayer, el presidente venezolano Chávez le regaló a su par estadounidense, Barack Obama, un libro, antes del primer encuentro bilateral del mandatario norteamericano con los líderes de la Unión de Naciones Sudamericanas. Se trata del ensayo del escritor uruguayo Eduardo Galeano "Las venas abiertas de América Latina", uno de los libros clave para comprender el pasado reciente y no tan reciente de la región y su complicada relación con Estados Unidos. Un guiño a Obama a la par que una réplica quizás también al gesto que tuvo el viernes el nuevo inquilino de la Casa Blanca, que sorprendió a propios y ajenos al acercarse al mandatario venezolano para estrecharle la mano.
El presidente venezolano había llegado el viernes a Puerto España con el hacha de guerra desenfundada. No, ni Venezuela ni los demás países de la Alternativa Bolivariana de las Américas iban a firmar la Declaración de Trinidad, adelantó ya desde su país. Y tampoco se iban a marchar sin dejar de poner bien claro sobre la mesa el tema de Cuba y su "injustificable" exclusión en la primera oportunidad que tuvieran de encontrarse con Obama. Pero ésta llegó casi de inmediato y las palabras duras dejaron paso a gestos amables.

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