Casi tres meses después de asumir la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, les dijo a sus pares de América Latina y el Caribe lo que espera de la relación entre su país y el resto del continente: el inicio de una nueva era, que supere desencuentros.
"Les prometo que buscamos una asociación de iguales", dijo Obama en la V Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago. "Creo que mi presencia aquí demuestra que Estados Unidos ha cambiado. Así que pienso que es importante recordarle a mis colegas que no es sólo Estados Unidos el que tiene que cambiar, todos tenemos responsabilidades respecto al futuro", agregó. Un "toma y dame", en el que se formulan promesas y se piden compromisos.
Ahora Obama debe demostrar que sus promesas de cambio son reales. Y las izquierdas de América Latina tendrán que revisar sus agendas: La "moderada", cuyo referente principal es Luiz Inacio Lula Da Silva, para transformarse en un virtual puente entre una parte y la otra, y la "radical", de Chávez, para no quedar descolocada con su discurso agresivo frente a un gobierno que eventualmente siga consolidando su fama de amistoso.  (DPA)

Las venas abiertas...

Con la dedicatoria "Para Obama con afecto", el presidente venezolano Chávez le obsequió una edición en inglés de "Las venas abiertas de América Latina", de Eduardo Galeano, para que lea sobre la historia que "tenemos que reconstruir". El ensayo publicado en 1971 realiza una fuerte crítica al imperialismo y retrata el saqueo de los recursos naturales que sufrió la región desde el siglo XV.
Galeano, célebre referente de la literatura latinoamericana, atribuye la miseria de la región a la codicia de las grandes potencias, desde la corona española a Estados Unidos.  "La victoria de Obama fue universalmente celebrada como una batalla ganada contra el racismo. Ojalá él asuma, desde sus actos de gobierno, esa hermosa responsabilidad", escribió el escritor en noviembre de 2008.

Política vs. economía

La cuestión del libre comercio regional que dio origen hace 15 años a la Cumbre de las Américas ahora quedó fuera de las discusiones cediendo paso a una agenda dominada por el debate político, donde Cuba fue el tema casi excluyente.
Para los empresarios presentes, la recesión global es tan intensa que se hizo difícil converger en la integración comercial.
Por ello, la discusión financiera y económica queda pospuesta.

Un contacto mucho más fluido

 La reunión de los presidentes sudamericanos con el estadounidense Barack Obama dejó, entre otros resultados, la posibilidad de institucionalizar contactos bilaterales regulares que podrían empezar pronto con visitas de la secretaria de Estado Hillary Clinton al área.
Obama "abrió la posibilidad de un contacto mucho más directo, más fluído, con él y todo su gabinete'', dijo el presidente uruguayo Tabaré Váquez. "Eso es algo que a veces se dificultó mucho en gobiernos anteriores (de Estados Unidos)", agregó.

No decae la "obamamanía"

 Ni los jefes de Estado ni los altos funcionarios escaparon a la 'obamamanía' y afanosamente buscaron aparecer en fotos con el presidente estadounidense, provocando más de un incidente durante el evento. Obama se mostró afable y complaciente con los pedidos e intercambió breves palabras con los solicitantes, mientras su equipo de seguridad permanecía atento. La fiebre la desató Chávez, quien sucumbió ante Obama.