Ni tan bueno ni tan malo, es en todo caso un trabajo de calidad, una buena idea, un gusto que ciertos consagrados se pueden dar cuando llegan a determinado escalón de su carrera. Y no hay dudas que Mercedes Sosa es una de ellas, una de las que podría darse el gusto de hacer lo que quisiera sin más riesgo que el gustar o no a los demás.
Así es el trabajo Cantora, que tiene algo de folclore, un poco de buenos temas y muchos aciertos. Claro, cuando se ejercitan estas innovaciones traducidas en dúos, se corren riesgos que terminan no siendo nada graves sino apenas una cuestión de gustos.
Porque no sería capaz de negar la calidad del trabajo, la muy buena musicalización, la buena elección de temas y la voz interminable de Mercedes Sosa sólo porque alguno de los elegidos no me gustara.
Es una buena idea, no tan bueno ni tan malo, es una iniciativa que no muchos se hubieran animado a concretar y es posible que si la selección hubiera sido distinta, las aguas estuvieran igual de divididas porque los que les gustan a algunos podrían no gustarles a otros y la historia sería imposible de contar.
Lo cierto es que el trabajo está, es palpable, tiene muy buena calidad y no desentona con lo que históricamente hizo Mercedes Sosa. La pregunta es si la señora necesitaba lanzar un disco así. Probablemente no, pero si se trata de un gusto, quien no estaría dispuesto a concederle ese placer cuando la trayectoria tiene décadas y décadas de impecable trabajo.
Tampoco por este último trabajo uno podría descalificarla, porque es un buen trabajo, es una buena síntesis. Lo que en todo caso pasó es que algunos de los invitados no eran los ideales para tal o cual tema, porque lo que es Mercedes Sosa, mantiene la calidad en cada uno de los cortes seleccionados. Bien podríamos decir que en algunos casos lo que falló fue la segunda voz, porque los invitados por más destacados que fueran, iban detrás de Mercedes Sosa.
Me sorprendió gratamente el logro de La Maza con Shakira, para mi modo de ver lo mejor de este trabajo, porque jamás hubiera imaginado que lograran este resultado. Ambas por separado tienen mucho para ofrecer, pero no me cerraba la idea de juntarlas. Sin embargo, a un tema que tiene toda la fuerza, le pusieron voces impecables y personalidad indiscutible.
Otro que no desentonó y de verdad se lució en este trabajo fue Diego Torres, en Zamba para olvidar, que le pone tanto empeño a su trabajo y a su talento, que parece que hubieran trabajado siempre juntos con Mercedes Sosa.
Y mire como son las cosas que un consagrado e induscutible como Joan Manuel Serrat en dúo con Mercedes Sosa, no suenan tan bien. No sé si es el tema o qué, pero no me terminó de cerrar este dúo que suma talentos, pero no consigue generar esa sensación de tema bien logrado.
Distinto es el resultado de los dúos con León Gieco y Victor Heredia, viejos conocidos y compañeros de ruta en festivales por el mundo. Y el resultado es impecable, los dos temas que canta con ellos son una muestra de conocimiento, de mirarse yentenderse y de llevar al micrófono toda la capacidad que los distingue desde siempre.
No es lo único que hay para destacar, sólo elegí algunos temas e intérpretes para dcir que el trabajo tiene de todo, a favor y en contra de los consagrados y del empeño de Mercedes Sosa en Cantora.
Es un gran logro, es una suma de talentos cuyos resultados pueden gustar o no, pero nadie podrá negar que los invitados son de lujo y que la selección de temas es buena.
En la trayectoria de Mercedes Sosa es darse el gusto de llevar gente a una cena imaginaria y sentarse a cantar. Este es el logro y valió la pena.