La simulación se propaga como característica de la política rionegrina.

No habrá apoyo como parece ni verdades como se prometen.

Una pequeña muestra ya impone Dina Huapi, que el domingo abre el calendario electoral. Elegirá su primer intendente. El gobierno de Saiz ya no oculta su impulso a favor del comisionado Hugo Cobarrubia mientras que la UCR apoya la candidatura de Leonardo Domínguez. No existirá así logro propio.

El oficialismo pendula peligrosamente. El gobernador se aferra al kirchnerismo, otra dirigencia se cobija en el partido para ensayar un rol crítico y un sector radical deposita su futuro en un espacio con la Coalición.

El radicalismo no sale de su fractura. Los orgánicos quedaron excluidos de la elección del 28 de junio. Sacaron una reivindicación en la Convención Nacional y lograron que el presidente Gerardo Morales convocara para el viernes a la dirigencia provincial. Pero pocas maniobras quedan frente a la candidatura de Hugo Castañón. ¿La intervención? No. Esa acción contradice la reunificación que hoy impone la UCR nacional.

El ex diputado Fernando Chironi y los orgánicos también quedaron relegados en la proyección del ARI en la Coalición Cívica. La Convención Nacional convalidó este frente opositor, pero Elisa Carrió apuntaló en Río Negro a Magdalena Odarda en el primer lugar de esa lista. La legisladora incluso prefiere -como segundo- a su par cipoleño Fabián Gatti. Poco predominio reserva para los radicales anti-K. Sólo la intermediación del Comité Nacional -Gerardo Morales- ofrecería alguna mutación.

La mayoría del oficialismo será una ficción en la campaña. Oscilará entre muecas de apoyo al kirchnerismo y un simulacro a favor del radicalismo opositor.

El senador Pablo Verani se sumó al bloque radical en la cámara alta mientras que él y los suyos gozan de los privilegios de un gobierno provincial kirchnerista.

Lo pensó el año pasado, pero el vicegobernador Bautista Mendioroz desistió de integrarse a la Coalición para esta campaña. No se arriesgó al divorcio político que se impondría con Saiz y al destierro de los favores estatales. Se aferró sólo al distanciamiento oratorio.

Aquella iniciación de Mendioroz casi se define en diciembre. Carrió le ofreció un contexto interesante: un inmediato respaldo mediático a su candidatura para el 2011. El vice acotó todo a una fotografía, que igual molestó a Saiz.

Faena difícil le espera a Mendioroz. Deberá balancearse entre su alineación a la lista de Castañón y sus planes con el antikirchnerismo.

No hay secretos. Carrió declaró el jueves a "Río Negro" que el vice de "algún modo acompaña informalmente a Odarda, una candidata anti-K".

El oficialismo de Saiz coexiste en la dualidad. No obstante los múltiples detractores internos, Castañón se constituyó en el único candidato. Para esta campaña Saiz depositó el mando de la logística proselitista en el secretario general. ¿Sabrá Castañón que Francisco González fue (o es) uno de los más entusiastas críticos a su postulación? Hoy es su virtual jefe de campaña.

Todo está impregnado de las apetencias de poder para el 2011.

Mendioroz confía en que su candidatura se fortalezca, derivando en un natural respaldo más allá de pasiones y de censuras. El soporte de Saiz y del Estado es el principal objetivo para esa estrategia. Cree en dos confesiones del gobernador: "el candidato será radical", y será "quien mejor mida".

La antípoda se engendra en el ministro Pablo Verani, los diputados Daniel Sartor (jaqueado, otra vez, por una denuncia de la defensora Piccinini por crecimiento patrimonial) e Iván Lazzeri y el intendente Jorge Ferreira. Este oficialismo incorpora al Frente Grande del intendente cipoleño Alberto Weretilneck. Esta tropa concentra tres aspirantes gubernamentales: Weretilneck, Verani y Ferreira.

El jefe cipoleño confía en apropiarse del liderazgo si se profundiza la disgregación radical. Ofrecerá en junio su tributo, aunque el Frente Grande no se incorpore a la Concertación ni presente lista.

¿Cómo será lo suyo? Weretilneck proclama su kirchnerismo y logra que el diputado Julio Arriaga silencie sus críticas. Habrá libertad en el FG para apoyar a cualquier candidato K, pero el intendente militará en Cipolletti por la lista "kirchnerista" de Castañón. Requerirá otra motivación para ese despliegue: el posicionamiento de una figura cipoleña en la boleta de la Concertación. Así bendijo para el segundo lugar a Graciela Tugnarelli, dirigente del MPP y esposa del ex secretario de Planificación de Saiz, Alberto Croceri. La elección se polarizará entre kirchnerista y antikirchnerista. Es el peor teatro para la duplicidad del oficialismo rionegrino. La lista del PJ será la mejor opción a favor del gobierno nacional y la resistencia se anidará en la Coalición. ¿Dónde estará el partido del Estado? Saiz y, también, el socio Weretilneck exigen -cuanto menos- apariencia K y la pragmática conducción de la UCR provincial, con Jorge Pascual, demanda una envoltura opositora.

La integración del PPR a la Concertación o su participación autónoma conforma otro dilema oficial. Podría aportar votos directamente o su boleta dividir adhesiones, favorecer la confusión y sumar posibilidades a Castañón.

En cambio, el justicialismo tiene un más certero destino K pero, como siempre, no logra apaciguar su internismo. Continuará el desgaste, pero no peligra la postulación de Oscar Albrieu, impulsada por Carlos Soria.

El mandamás roquense presume mucho con que un logro electoral vigorice su andar hacia el 2011. No es el único plan. Miguel Pichetto sigue ligando su futuro al éxito o fracaso del kirchnerismo. Si el poder K sale solidificado, el senador no descarta reeditar su candidatura. Lo reconfortó hasta el elogio de Saiz en Los Menucos con la presidenta Cristina Fernández al lado.

La trama política desplaza todavía más la pobre gestión del gobierno de Saiz.

Las emergencias educativas se desvanecieron. Unter y Educación se desentienden de la recuperación de los días. Ni se reunieron y desperdiciaron, por lo menos, la última semana en la resolución de un esquema para compensar la treintena de días perdidos por el conflicto.

Poco se sabe del provecho público del actual viaje de Saiz a España. Ahí se ocupará de borradores del BID y descuida la puesta en marcha de los proyectos con financiamiento cierto de esa entidad. Se gastaron fondos en administración y consultorías, pero Río Negro no logró todavía comenzar ninguna obra educativa del programa de "jornada extendida".

Se anunciaron las licitaciones para febrero. Ahora ya nadie habla. Lo real es que la Unidad Ejecutora -que conduce Oscar Gómez, hoy en España- no se resignó a ceder esa ejecución en Obras Públicas, que conduce Osvaldo Mildenberger. Esa disyuntiva derivó en una reciente pelea entre ambos equipos.

Las directoras de escuela sufren las deficiencias por las obras demoradas. Los proyectos abarrotados de millones de dólares esperan que los funcionarios resuelvan sus internas mientras que Saiz prefiere viajar y profesar trámites de mucho más incierta concreción. Las prioridades de los gobernantes, siempre lejos de los deseos colectivos.

ADRIÁN PECOLLO
adrianpecollo@rionegro.com.ar