Desde la llegada de Héctor Arzubialde, Gimnasia de Jujuy (10) no volvió a conocer la derrota. Anoche, en la Tacita del Plata empató con Estudiante (10) 0-0, un resultado que no le sirve demasiado en su lucha por no caerse de la categoría (está en zona de descenso directo).
El "Lobo" ganó dos partidos y empató tres desde el arribo de Arzubialde, pero igual está muy complicado. Ayer, en la etapa inicial, lo mejor se produjo en los primeros 15 minutos. Después, los dos se olvidaron de los arcos y sólo transitaron por la mitad de la cancha, con vértigo pero carentes de ideas.
La primera fue de un "Lobo" que comenzó con mayor ímpetu. Iban 8 minutos cuando un centro desde la derecha cayó en el corazón del área y el cabezazo de Miranda fue a dormir a las seguras manos de un Andújar que no salió a jugar el complemento, por lesión, y le dejó su lugar a Albil.
Cuatro minutos después Walter Busse dibujó una rápida apilada y sacudió el travesaño. Y a los 15 el que definió mal ante Pezzutti fue José Luis Calderón.
De ahí en más pasó poco y nada en la cancha y la atención se centró en las tribunas, donde facciones de Gimnasia, que responden a punteros políticos, chocaron otra vez y provocaron la intervención de la policía, que lanzó gases lacrimógenos.
En el epílogo, el local se adueño del balón y sobre los 3 casi abre el marcador, pero Albil voló magnífico. A los 10 Busse armó otra buena jugada que casi termina en gol y en dos minutos Diego Galván se perdió un par de chances increíbles. En el final Gimnasia lo buscó más, Ramasco se lo perdió de cabeza a los 45 y por eso la amargura fue toda jujeña.