Sufrió de lo lindo en los últimos instantes del juego, pero Newbery consiguió el descuento y todavía sueña con avanzar a las semifinales de la Liga B. La victoria en casa por 82-77 ante Rosario Central dejó la serie 1-2 y ahora habrá un cuarto partido, que se jugará mañana en el "Mario Félix Sabbatella" de Patagones.
Los nervios gobernaron los primeros momentos de un partido que fue seguido de cerca por medio millar de personas. El primer parcial fue para la visita (16-19) porque los "celestes" estuvieron muy poco finos desde el perímetro y pesaron poco en la zona caliente.
Ya en el segundo cuarto las cosas cambiaron, Emanuel López Cerdán se comió a Juan Gandoy (terminó el juego con apenas 8 puntos), figura en los choques anteriores, y Gustavo España se hizo fuerte abajo del aro. Así, el quinteto de Darío Buzzo se fue al descanso largo arriba por seis puntos (38-32).
En el tercer período, por momentos, Newbery mostró su mejor versión y llegó a sacar una diferencia (la máxima) de 14 unidades. El "Canaya" era una sombra y sólo Manuel Morello lo mantenía en partido.
Pero como tantas otras veces, el dueño de casa se nubló, comenzaron las imprecisiones y desconcentraciones y Central se puso a tiro en el último cuarto.
Omar Zanocco y Juan Lupo salieron de una larga siesta y empezaron a preocupar, al punto que a falta de 120 segundos para el cierre del juego, el equipo de Lanzelotti halló la igualdad, en 75, con un doble del desconocido Gandoy.
Pero Newbery esta vez no se cayó, Mauro Bianco clavó una bomba de tres, Rosario perdió un balón en ataque y la calma llegó en una dosis mayor.
Claro, la visita no se dio por vencida, clavó un triple, aprovechó una pérdida del local y volvió a poner las cosa en tablas.
La tensión fue en incremento hasta que España encontró la repuesta en el juego interno, el tiro de Sánchez no llegó a destino y Mauricio Beltramella aseguró la sufrida victoria con un par de libres.