ESTOCOLMO (AFP).- Los cuatro responsables de The Pirate Bay, uno de los principales portales de descargas de internet, fueron condenados ayer a un año de cárcel por complicidad en la violación de los derechos de autor, una victoria simbólica para la industria discográfica, cinematográfica y del videojuego.
El tribunal los condenó a pagar 3,5 millones de dólares por daños e intereses a las industrias culturales, que reclamaban 117 millones de coronas en concepto de ganancias perdidas provocadas por las descargas por internet. Pero los tres miembros fundadores del portal, y su principal inversor financiero, van a apelar la decisión en lo que puede convertirse en una larga batalla judicial.
Su página web seguirá funcionando, según ellos. "Lógicamente vamos a apelar y esto dará de qué hablar", declaró Per Samuelsson, el abogado del supuesto inversor, Carl Lundström, en la radio estatal sueca. "Estén tranquilos, nada cambiará para The Pirate Bay, ni para nosotros personalmente ni para las descargas. Esto sólo es una comedia para los medios", advirtió Peter Sunde, uno de los cuatro condenados, en la página Twitter. Y agregó: "No podemos pagar y no lo haremos´´.
Creado a finales de 2003, el portal Pirate Bay, que tiene más de 22 millones de usuarios en el mundo, permite que éstos puedan acceder a los ficheros que buscan (películas, música, juegos), mediante la técnica de intercambio de datos "Bittorrent", pero sin acogerlos en sus servidores.
En 2006, la policía sueca intentó cerrar el portal confiscando sus servidores, pero el sitio reabrió unos días más tarde. Un fiscal los demandó en enero 2008.
El juicio, considerado como uno de los más decisivos en la lucha de la industria cultural contra la piratería, empezó en febrero y duró tres semanas.
La fiscalía había pedido un año de cárcel para los cuatro responsables: Fredrik Neij, de 30 años, Gottfrid Svartholm, de 24 y Peter Sunde, de 30, fundador de Pirate Bay, y para Carl Lundström, de 48 años, acusado de haber invertido en ese sitio.
Los abogados de la defensa alegaron que los acusados no habían hecho nada ilegal, en la medida en que el portal es un plataforma vacía que podía ser utilizada para las descargas legales.