BUENOS AIRES.- La vicejefa de gobierno porteño, Gabriela Michetti dijo ayer que aún no está decidido si se presentará o no como candidata a diputada nacional por la Capital Federal y explicó que ese "dilema" la abarca a ella de modo personal, pero también a su partido, porque "porque tengo un alto sentido de pertenencia" al equipo del PRO.
En otro orden, y sin hacer nombres, descalificó a algunos de los dirigentes del peronismo disidente de la provincia de Buenos Aires que buscan integrar las listas de Unión-PRO junto a Francisco de Narváez y Felipe Sola y señaló que se trata de personas "muy criticadas por la población", además de no ser "representativas".
En relación a su candidatura, Michetti explicó que no puede "dejar de sentir cierta tensión, cierta angustia, porque sea la decisión que sea, algo estoy lastimando".
La vicejefa de gobierno, quien hoy tiene una de las imágenes más altas del distrito y en las encuestas se encuentra mejor posicionada que cualquier otro candidato, desestimó, además, que su caso fuese igual al de Daniel Scioli o al del los intendentes bonaerenses.
Al respecto, explicó que su actitud no se puede catalogar dentro las llamadas "candidaturas testimoniales", ya que a través de esta variante "le estás diciendo a la sociedad que no vas a asumir el cargo al que te presentás. No es lo mismo", afirmó y emparentó su caso con el del intendente de Morón, Martín Sabatella.
También reiteró que, antes de afrontar el desafío, ella querría saber "si esto que nosotros estamos discutiendo es un tema que en la gente cala profundo".
En extensas declaraciones a la revista "Debate", Michetti afirmó que, por un lado, "si decidimos que yo sea candidata, estoy lastimando el hecho de que lo mejor hubiera sido cumplir los cuatro años de mandato" y, según su visión, eso "rompe una de las reglas que creo que hay que respetar".
Por otro lado, añadió, "si decidimos que no tengo que ser candidata, corremos el riesgo de que, a pesar de tener casi un 60 por ciento de apoyo en la gestión, no nos acompañen como esperamos, porque la gente sigue votando personas", además de que "corremos el riesgo de perder fortaleza en la gestión", en relación a su papel en la Legislatura.