CIPOLLETTI (AC).- "Si deciden un arresto domiciliario sería una burla para la sociedad de Cipolletti", opinó ayer Marcelino Oliva, padre del joven que fue asesinado a fines de diciembre pasado.
Sus declaraciones responden al pedido que hicieron los abogados defensores de los menores imputados por el crimen de su hijo David.
Luego de los incidentes en el hogar "Pagano" de Viedma y los posteriores en el "Convivir" de Bariloche -donde uno de los imputados fue apuñalado- Juan Manuel Kees, uno de los abogados, solicitó a la jueza María del Carmen García García que deje en libertad a los imputados y subsidiariamente los beneficie con el arresto domiciliario. Esto último habría requerido también la defensora Verónica Rodríguez, según los datos que tenía el querellante. "Esta es la bronca que a uno le da", expresó Oliva ayer.
"Estamos peleando por la seguridad en Cipolletti. Traer dos delincuentes otra vez acá significaría meter diez o doce policías contínuamente cuidándolos y tratando de garantizar que no vayan a salir o que no cometan otro ilícito", remarcó el padre de David Oliva, el joven de 20 años asesinado el 29 de diciembre de 2008.
El hombre se quejó por esta posibilidad y dijo que desde que ocurrió el hecho, él está solicitando el traslado de los dos menores -que tienen 16 años- "a otra provincia, a otro lugar donde haya gente que se dedica a custodiar a esta clase de delincuentes".
Por otra parte, Oliva invitó a la comunidad a participar de una marcha más que se realizará en reclamo de justicia por su hijo, por Eduardo Mello y por otros casos sin resolver en la ciudad. La convocatoria es para el sábado 25 a las 19.30.
La concentración se realizará, como siempre, en la esquina de Alem y Sarmiento, lugar donde cayó muerto David Oliva. "Espero que la gente participe. Nada va a devolver la vida de mi hijo pero ojalá entre todos podamos lograr algún cambio", manifestó el hombre.