Ni siquiera la noticia de que Diego Simeone será el futuro entrenador de San Lorenzo logró perforar el hermético silencio en el que se encerró el plantel desde que se produjo la eliminación de la Copa Libertadores, la ida de Miguel Russo y el ingreso de los jugadores en una suerte de infierno.

Tras la práctica de ayer, otra vez a puertas cerradas, los jugadores se fueron retirando de la Ciudad Deportiva de Flores Sur en sus vehículos con los vidrios en alto. Es que más allá de la nueva vuelta de página que significa la aparición en escena de Simeone, ahora oficial, la mayoría de los futbolistas esperan tener noticias de la directiva en cuanto al futuro que tienen en el club.

Vuelven los "borrados"

Si bien el presidente del club, Rafael Savino, dijo no haber hablado con Simeone sobre los futbolistas que se quedarán o se irán, trascendió, entre otras cosas, que quiere tener a Hilario Navarro, cuyo pase pertenece a Independiente, que fijó una opción de 2,5 millones de dólares. No obstante, el titular de Independiente, Julio Comparada, dijo que quiere a Navarro en Avellaneda el primero de julio.

Ninguno de los futbolistas está firme en su lugar, muchos saben que emigrarán, como el caso de Jonathan Bottinelli, Cristian Ledesma y Bernardo Romeo, y aparentemente también Pablo Barrientos. La situación de Andrés Silvera, que volvió a faltar al entrenamiento, también parece definir la balanza hacia la salida del jugador.

Por otra parte, los futbolistas Adrián González, Jonathan Bottinelli, Aureliano Torres y Santiago Solari, separados del plantel en la previa del pasado partido ante Vélez, regresarán al equipo titular de San Lorenzo en la visita a San Martín de Tucumán, el domingo próximo.

El director técnico interino, Alberto Fanesi, los incluyó ayer entre los titulares, que vencieron por 1-0 a los suplentes, con gol de Solari. La formación en Tucumán será la siguiente: Hilario Navarro; Gastón Aguirre, Sebastián Méndez y Bottinelli; González, Cristian Ledesma, Juan Manuel Torres y Aureliano Torres; Solari; Cristian Chávez y Gonzalo Bergessio.