ALLEN (AA).- Finalmente los concejales de Allen rechazaron el veto total que el intendente Graciano Bracalente había aplicado sobre un proyecto de ordenanza que buscará regular la creciente industria ladrillera. Representantes del sector hornero indicaron que la actividad que desarrollan está en crisis y que no podrán afrontar los costos que estipula la ordenanza
Por unanimidad, los seis concejales que ayer ocuparon sus bancas en el Deliberante allense, reafirmaron el proyecto legislativo que pondrá en marcha la creación de un registro de expendedores de ladrillos y una guía de extracción de los mismos. Si bien Bracalente había realizado una serie de objeciones técnicas a la ordenanza para fundamentar el veto, la mayoría de los ediles se mostraron predispuestos a trabajar sobre modificaciones al articulado con el objetivo de lograr que la norma pueda ser aplicable.
"Se dice injustamente que ganamos mucha plata, pero en este momento los horneros que venden a $450 los mil ladrillones pierden dinero y si no me creen vayan y compruébenlo. Si quieren yo les entregó un detalle con los costos para hacer un pisadero con 30.000 ladrillos, pero no hablen porque sí. La mayor parte del dinero que sacamos queda acá en Allen o en lugares cercanos desde donde nos traen leña o aserrín", indicó ante los ediles Omar Apablaza, representante de los horneros.
"Para el hornero no es fácil tributar porque cómo lo hacemos si no tenemos una factura de la tierra, el aserrín o la leña que compramos. Si tenemos que blanquear a los obreros no podemos seguir trabajando", agregó Apablaza.
Luego de la exposición del portavoz, quedó a la vista el desconocimiento que tienen sobre el tema algunos ediles. Posteriormente invitaron a los horneros a una reunión para buscar puntos en común.
La ordenanza reafirmada prevé la creación de un registro municipal de expendedores y guía de extracción de ladrillos, en el cual deberá constar la cantidad de hornallas que posee cada campamento ladrillero. Establece además que cada expendedor deberá abonar una suma de 5 pesos por cada hornalla en concepto de Tasa de Inspección e Higiene, como así también un valor de 10 pesos por cada mil ladrillones fabricados y 6 pesos por cada mil ladrillos. Lo recaudado será destinado a la construcción de viviendas y al mejoramiento de calles y caminos en la comuna.