La lesión de Sebastián Battaglia, la mejoría demasiado lenta de Juan Román Riquelme y la reaparición de Julio Cáceres en las prácticas de fútbol fueron los focos de atención de Boca, a 48 horas del superclásico.
Iban 20´ de la sesión de fútbol dispuesta ayer por Carlos Ischia cuando Battaglia pisó mal y cayó, dando muestras de intenso dolor, tras lo cual se incorporó e intentó seguir, pero caminaba con mucha dificultad, por lo que se retiró. "Es un esguince de tobillo derecho. En principio, leve. Pero hay que esperar el resultado de los estudios", informó posteriormente el doctor José María Veiga, quien al ser consultado sobre si el volante podría ser infiltrado respondió que "es una posibilidad, pero no es aconsejable".
Aunque la dolencia no reviste gravedad, el problema es el escaso tiempo de recuperación, pero dada la importancia de Battaglia, seguramente se va a esperar hasta último momento.
En caso contrario, las posibilidades son que Fabián Vargas sea el volante central y Cristian Chávez el carrilero derecho, como en la fecha anterior frente a Estudiantes.
Respecto de la inflamación plantar que le impide apoyar el pie derecho a Riquelme, Veiga manifestó que "clínicamente no se puede decir que haya habido una mejoría sustancial pero yo confío en la palabra de él, que va a jugar". Román, como a lo largo de toda la semana, ni se asomó a ninguna de las canchas del complejo y pasó el tiempo entre sesiones de kinesiología y tareas en el gimnasio.
En cuanto a Cáceres, por primera vez desde el desgarro de aductor derecho que sufriera el 28 de marzo practicó fútbol y no mostró ninguna dificultad, por lo que pasó a ser candidato firme para jugar frente a River.