La pregunta de cómo gobernará el presidente venezolano Hugo Chávez sin un sólido piso de petrodólares comienza a tener respuesta en los efectos de la crisis económica global que estalló a fines del 2008.El mandatario gobernó la mayor parte de los últimos 10 años con viento a favor, apuntalado por el más prolongado boom petrolero de la historia venezolana, y sus críticos sostienen que sin dinero para repartir seguramente perderá apoyo dentro y fuera del país.En una década, el gobierno bolivariano obtuvo ingresos por exportaciones petroleras que superan los 600.000 millones de dólares y no resistió la tentación de impulsar el crecimiento de la economía con un gasto fiscal insaciable.El gasto público y el consumo de la sociedad venezolana ocultaron la desaceleración de la economía, la caída de la inversión privada y la inflación, que llegó al 30% en el 2008.En la mejor época del boom petrolero, entre el 2007 y el 2008, los medios de prensa independientes, que provocan malhumor al mandatario, presentaban con frecuencia a Chávez en caricaturas vestido con el traje rojo de Santa Claus y una bolsa repleta de regalos para sus amigos.En Venezuela, la petrolera estatal PDVSA llegó a financiar un gasto social hasta por un monto de 12.000 millones de dólares, costeó la nacionalización de petroleras extranjeras, de la mayor siderúrgica del país, cementeras, la telefónica CANTV y compañías generadoras de electricidad y hasta creó un red de distribución de alimentos subsidiados.El dinero de las reservas internacionales, que llegaron a estar en 39.000 millones de dólares, alcanzó para casi todo, especialmente para destinar una gran cantidad de fondos a acuerdos de cooperación, donaciones, ayudas financieras y subsidios a otros países amigos del gobierno bolivariano.Pero llegó la crisis global, que en pocos meses bajó el barril de petróleo de las nubes hasta una franja entre 35 y 40 dólares, a pesar de los recortes de bombeo que acordó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) desde el 2008.Se estima que por efectos de la crisis, los ingresos petroleros bajarán de 87.000 millones de dólares en el 2008 a alrededor de 47.000 millones en el 2009, por lo que Chávez tendrá menos dinero para sostener su ritmo de gasto.Los analistas dudan de que el petróleo se recupere en el corto plazo y, además, en Venezuela se escuchan los ecos de la promesa electoral del presidente Barack Obama de reducir la dependencia de Estados Unidos del petróleo importado. Entonces Chávez deberá atravesar la turbulencia de la crisis global hasta finales del 2012, cuando buscará una segunda reelección, estrenando la enmienda constitucional que se aprobó en febrero del 2009 y que instauró la reelección ilimitada.El programa del líder bolivariano para compensar el déficit incluye en una primera fase un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 9 a 12% y un aumento de la deuda pública.Los analistas estiman que Chávez tiene en espera un abanico con medidas más severas, con nuevos impuestos, devaluación y en último término el incremento de los precios de la gasolina, que en Venezuela es la más barata del mundo y su subsidio anual involucra varios miles de millones de dólares, mientras espera que el capitalismo se recupere y con ello el consumo energético en los países industrializados.“Mientras, le prende unas velitas al capitalismo a ver si el petróleo se recupera”, dijo el economista Miguel Ángel Santos, especialista en finanzas.Cuando la crisis global apenas asomaba sus efectos, Chávez llegó a decir que aunque el barril petrolero se desplomara a “cero” dólares su gobierno saldría adelante y que para ello tenía un colchón de 100.000 millones de dólares para soportar un tiempo. “Pónganme el petróleo a cero y Venezuela no se hunde, la revolución bolivariana no se detiene”, dijo jactancioso.El mandatario dio señales de que los recortes de gastos no afectarán el programa de cooperación internacional que incluye ayudas, acuerdos, subsidios y donaciones y cuyo monto es un secreto bien guardado por los responsables del área financiera.Chávez admitió que en el 2007 sólo el financiamiento de la renta petrolera por parte de Venezuela a sus amigos ascendió a 1.600 millones de dólares, lo que representa una ayuda “mayor” que la destinada por Estados Unidos a América Latina.El proyecto bolivariano, que se convirtió en socialista en el 2006, dedicó la mayor parte de la última década a la confrontación política, promoviendo 12 contiendas electorales. Pero hasta el 2012 Chávez deberá destinar más tiempo al tema económico, que ha mostrado que no lo emociona.El analista político Aníbal Romero dice que el mandatario tiene recursos para aguantar un tiempo y que lo favorece el hecho de que Obama dedicará mucho de su esfuerzo en sacar a Estados Unidos de la crisis, postergando sus planes para cambiar la matriz energética petrolera con el estímulo de otras energías.Romero señala que en adelante Chávez cosechará en el país lo que significa el llamado socialismo del siglo XXI.“Este proyecto no es nada distinto a lo que hemos visto antes. El socialismo del siglo XXI es expropiación de empresas, muerte a la producción privada. Pienso que en adelante vamos a ver a un Chávez más intolerante”, asevera.
Néstor Rojas Mavares