Domingo 12 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 14 > Regionales
Admiten que resultará imposible cumplir con los 180 días de clases

ALLEN (AA).- Para Aurelio Vázquez, ex secretario general de UnTER central y actual integrante de la seccional Allen, el conflicto docente puso de manifiesto dos ejes elementales durante los 46 días de huelga. "Por un lado mostró las necesidades que tiene el conjunto de los trabajadores rionegrinos, más allá de la lucha sectorial de los maestros, y - por el otro- dejó a la luz las debilidades de un gobierno que en principio ninguneó el conflicto y que actúo cuando la situación ya estaba desbordada".

"Vimos a un gobierno más preocupado por su propia interna que por la realidad de la provincia, a un ministro de Educación que en pleno conflicto dijo que no quiere pertenecer más al gobierno y a un gobernador totalmente ausente desde las ideas y desde lo físico y negado a dar una solución, que finalmente tuvo que cambiar su posición. Si el gobierno hubiese tenido una propuesta inicial, por lo menos podría haberse evitado un conflicto tan largo", explicó Vázquez.

Según la visión de Vázquez, la propuesta del gobierno - que finalmente fue aceptada por la mayoría de las seccionales - es extorsiva, mentirosa e irresponsable. "El gobierno te dice que va a dar a cuenta del mes de diciembre un porcentaje de ese sueldo y el otro porcentaje no quedó claro cuándo lo va a efectivizar, con la condición de que se cumplan 180 días de clases, algo que el propio gobierno sabe que es imposible y no porque no se pueda cumplir sino porque no hay posibilidades reales", remarcó.

Más allá de que Vázquez aseguró que el conflicto causó serias grietas en el gobierno provincial, el gremio docente también tuvo más de un desencuentro ideológico a lo largo de la huelga. Aurelio Vázquez es uno de los referentes del autodenominado sector clasista del gremio, una fracción sindical que no propició el arreglo con el gobierno y que pensaba seguir adelante con las medidas de fuerza.

"No comparto las adjetivaciones de duros, blandos o traidores. Creo que lo que sí hay son políticas sindicales distintas dentro de UnTER y destaco la pluralidad de ideas, algo que no se da en todos los gremios. No escondemos nuestra identidad, somos una corriente que reivindicamos una posición clasista y que no creemos en la conciliación con la patronal", aclaró Vázquez.

"Nosotros entendemos que la lucha sindical tiene un tope que es lo reivindicativo y que es necesario trasladar la lucha sindical a lo político, en ese sentido estamos convencidos que son los trabajadores los que deben gobernar".

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