El presidente de Bolivia, Evo Morales, que entró a su cuarto día de huelga de hambre, accedió al pedido de la oposición de un nuevo padrón electoral, con lo que allanó el camino en el Congreso para la aprobación de la ley que regirá las elecciones generales de diciembre.
Con el fin de facilitar la ley electoral, sin la cual no se pueden realizar las elecciones generales, Morales dijo la noche del sábado que "si la Corte Nacional Electoral (CNE) asegura las elecciones del 6 de diciembre y garantiza la implementación de un padrón biométrico (con huella digital) y altamente sistematizado, el gobierno se compromete a garantizar la construcción de este padrón".
Es tan crucial para el gobierno esa ley electoral que Morales se declaró en huelga de hambre desde el jueves hasta que sea aprobada. El mandatario lleva a cabo esta acción en el Palacio de Gobierno en La Paz, acompañado por sindicalistas que se solidarizaron con él.
La oposición rechaza la ley electoral por varios puntos pero especialmente porque consideran que el padrón actual, que rigió los comicios en los últimos 15 años, no garantiza transparencia. Por eso sus legisladores abandonaron desde el jueves la sesión.
Tras la declaración de Morales los principales líderes de la oposición no se pronunciaron, aunque algunos legisladores adversarios de Morales, entre ellos los diputados Rodrigo Ibáñez y Arturo Murillo, dijeron que asistirán a la sesión parlamentaria citada para este domingo.
El titular del Senado, Oscar Ortiz (derecha) señaló por su parte el sábado que "la solución de fondo" al conflicto político boliviano actual pasa por un nuevo padrón para garantizar elecciones limpias, solicitud que, indicó, es "irrenunciable".
El presidente de la CNE, José Luis Exeni, dijo que "la oposición miente cuando señala que la Corte admitió que el 30% del padrón (de un total de 4 millones de ciudadanos) tiene irregularidades". Según Exeni, a quien la oposición identifica como cercano al Gobierno, el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA) anotó que el padrón boliviano "tiene una consistencia del 97,6%, porcentaje mayor al de otras auditorías a los padrones de algunas naciones de la región".
De modo que el registro boliviano "es un padrón confiable y consistente y, por lo tanto, idóneo", dijo. En una entrevista con los medios estatales, Morales destacó el domingo el mismo dato que Exeni y añadió que el informe de la OEA concluye que "el padrón es confiable, no hay duda estadística, muestral ni matemática que nos indique otra cosa".
Tras esas opiniones "de organizaciones serias" la conclusión es que "no es el padrón electoral, son las elecciones generales" lo que preocupa a la oposición, señaló Morales.
Además del empadronamiento, la oposición pide que se revise la implementación del voto de residentes bolivianos en el exterior y que se reduzcan los 14 escaños previstos para los pueblos indígenas. La oposición considera que la ley electoral otorga ventajas a Morales para las elecciones del 6 de diciembre, donde buscará un nuevo mandato hasta 2015.
Mientras tanto, nuevos sindicatos campesinos y obreros se sumaron a la huelga de hambre del presidente en todo el país, según reportó el propio mandatario. Según una evaluación oficial son ya 1.509 los huelguistas en 63 piquetes levantados por 160 organizaciones sociales en toda Bolvia. El ayuno de Morales fue apoyado por sus pares de Venezuela y Ecuador y respaldado por el líder cubano Fidel Castro.
AFP