WASHINGTON (DPA).- Cuando está en tierra, Richard Phillips es conocido como un hombre de temple calmo. El capitán del "Maersk Alabama" disfruta de estar en su casa, en el estado norteamericano de Vermont, jugar al golf con jubilados y mantenerse al tanto de la suerte que corren los equipos de deporte locales. Cuando Phillips sale de viaje por el mar, "sus vecinos tienen la imagen de él cortando el césped delante de su casa", comenta el diario "New York Times".
Pero ahora todo ha cambiado.
Desde que el capitán está en manos de piratas en el Océano Índico, de pronto todo Estados Unidos teme por la vida de este hombre de 53 años, padre de dos hijos. Sus amigos y familiares no tienen ninguna duda de que Phillips, que navega desde hace más de 20 años, es capaz de sobrevellar una situación de este tipo.
Uno de sus mejores amigos no se sorprendió al oír que el viernes el capitán había saltado al mar desde el bote en el que se lo mantiene secuestrado. "Tiene buena intuición y es muy decidido", dijo Peter Wakefield al "Times".
La publicación "New York Daily News" había declarado al capitán "héroe de ultramar" incluso antes de que se produjera el intento de fuga. La razón: se cree que Phillips se ofreció a los piratas como rehén para resguardar a la tripulación del "Maersk Alabama" al ser asaltada.
Amable, abierto, con los pies bien puestos sobre la tierra, es un enamorado del mar. Así lo describe la gente que lo conoce. Phillips terminó su formación en 1979 en Massachusetts, donde estudió en la Academia de la Marina.
Financió sus estudios trabajando como taxista en Boston. Fueron los "maravillosos amaneceres y atardeceres" lo que lo llevó al mar, cita el "Boston Herald" declaraciones de su suegra, Catherine Coggio.
Cuando regresaba a casa tras largas semanas de travesía, le justaba jugar "con todo" al baloncesto, comenta un compañero. En cierta oportunidad, Phillips casi se mata jugando al fútbol americano. Y le gusta mucho esquiar, agrega el conocido. Su amigo Wakelfield está seguro de que su buena condición física lo ayudará a soportar la situación de cautiverio.
Tanto el capitán como la tripulación sabían cuáles eran los peligros existentes en el Cuerno de África.
"Él sabía que los piratas han vuelto a la actividad", cita el "Los Angeles Times" a su cuñada Lea Coggio. "Estas aguas están colmadas de piratas que secuestran barcos día a día", escribió en su página de facebook el segundo comandante del "Maersk Alabama", Shane Murphy. "Presiento que tarde o temprano me agarrarán".