BUENOS AIRES (ABA).- A menos de tres meses de las elecciones, Néstor Kirchner no logra encontrar un candidato que le asegure al oficialismo hacer una elección aceptable en la Capital Federal, uno de los distritos más importantes del país, donde votan alrededor de 2 millones de personas.
Por ahora, su apuesta más fuerte es convencer al senador Daniel Filmus a que renuncie a su banca en la Cámara alta para que enfrente a la candidata a diputada del oficialismo porteño, Gabriela Michetti. Pero Filmus, quien disputó las elecciones con el actual jefe porteño, Mauricio Macri, se niega a volver a poner el cuerpo en los comicios para enfrentar a su antiguo rival, quien lleva las de ganar en las encuestas.
Kirchner, según admiten en su entorno, se siente perdido cuando tiene que desentrañar los deseos electorales de los porteños, a quien él llama "capitalinos" desde sus épocas de gobernador de Santa Cruz.
Hace 15 días puso en marcha un operativo para tratar de instalar la candidatura de una figura de perfil similar a Macri: el banquero Carlos Heller empapeló la ciudad con afiches con su rostro, luego de reunirse con K en la Quinta de Olivos.
Aunque ideológicamente opuesto a Macri, Heller comparte algunos puntos en común con el jefe porteño: proviene del empresariado, e incluso fue un destacado dirigente del club Boca Juniors durante mediados de los ´90. Fondos para hacer su campaña no le faltan: "Resiste un archivo. Chequealo", dicen algunos de los afiches con el rostro sonriente de Heller que se ven en las principales avenidas porteñas.
El banquero espera aglutinar bajo su figura a las distintas corrientes del kirchnerismo porteño, luego de que el histórico aliado de K en el distrito, el ex jefe porteño Aníbal Ibarra, se negara a formar una alianza con la Quinta de Olivos, una movida promovida, en vano, por el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, cada vez más distanciado del matrimonio presidencial. Varios de los socios políticos de los Kirchner en este distrito, de buena relación con Heller, ya no forman parte del oficialismo, como el diputado Miguel Bonasso. Otros, como el ex canciller Rafael Bielsa, de excelente llegada al peronismo distrital, esquivan por ahora la invitación K de poner el cuerpo en las elecciones.
La salida de Alberto
Desde que Kirchner se peleó con Alberto Fernández, dejó el armado político de la Capital en manos del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; del secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini; y sobre todo del titular de la Administración de Infraestructura Ferroviaria, Juan Pablo Schiavi, ex secretario de Obras Públicas de Carlos Grosso, y ex jefe de campaña de Macri. Schiavi mandó a medir a en la Capital Federal a varios dirigentes y funcionarios: desde el embajador en los Estados Unidos, Héctor Timerman, hasta el titular de la ANSES, Amado Boudou, entre otros. Los sondeos son desalentadores ya que ninguna de esas figuras logra despegar, sobre todo teniendo como casi seguros competidores a Michetti y a Alfonso Prat Gay por la Coalición Cívica de Elisa Carrió, que si no será candidata hará campaña casi diaria junto a su delfín.
Kirchner había pensado en Boudou como candidato ya que tiene un nivel de aceptación importante entre los jubilados porteños, que representan una buena cantidad del electorado. Pero el candidato de la ANSES quedó descartado, al menos para encabezar la fórmula. "En medio de este quilombo, el candidato tendría que ser Alberto Fernández, es el único que puede unificar los distintos sectores del kirchnerismo", analizó frente a "Río Negro" un ministro del Gabinete. Esa idea, por ahora, no fue aprobada por la Quinta de Olivos.
En medio de este panorama, Kirchner mandó a Heller a instalarse en los medios. Filmus, por ahora, resiste la presión para presentarse como candidato a diputado ya que tiene mandato como senador hasta el 2013. Si finalmente acepta y renuncia a su banca, contaría con el apoyo casi obligado de uno de los principales jefes territoriales del peronismo porteño, el titular del sindicato de los porteros de edificios, Víctor Santamaría, por ahora algo esquivo a K: su problema es que es suplente de Filmus en el Senado y debería asumir su banca si éste renuncia al cargo.
NICOLÁS WIÑAZKI
Agencia Buenos Aires