Sábado 11 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Allegados a policía asesinado hablan de "ajuste de cuentas"

Un retirado de la policía bonaerense fue asesinado a balazos ayer, en la zona rural del partido de Exaltación de la Cruz, en Buenos Aires. El cuerpo fue hallado a un costado de su camioneta Ford Eco Sport, la cual estaba en marcha y con las luces encendidas.

Todo indica que hubo un tiroteo entre la víctima, quien dirigía un emprendimiento de vigilancia privada de campos, y un grupo de delincuentes de los cuales uno ya estaría detenido. Dos hipótesis se tejen en torno del crimen: un intento de robo o una venganza ligada a sus épocas de policía en actividad, cuando prestaba servicios en la zona de Luján.

El teniente retirado Juan Carlos Cáceres, de 56 años, fue encontrado cerca de las tres de la madrugada de ayer sobre la ruta que une Exaltación de la Cruz con Pilar.

Un llamado al 911 puso en conocimiento del caso a los efectivos del destacamento Manzanares, quienes al llegar al lugar encontraron a Cáceres ya sin vida, con dos impactos de bala: uno en la espalda y otro en un brazo. Varios impactos más detectaron en el parabrisas, un espejo retrovisor y una vidrio de las ventanillas de la camioneta.

Sobre el asiento del acompañante, los efectivos encontraron una pistola calibre 380 que, se presume, era de Cáceres. También hallaron dos cargadores de 9 milímetros pero no apareció el arma y se sospecha los delincuentes se la llevaron.

La principal testigo del caso fue una chiquita de 9 años, que vive cerca del lugar. La nena afirmó que vio a "cuatro hombres con la cara tapada que se bajaron de un auto negro" e interceptaron al policía. También dijo que uno de los delincuentes resultó herido en el enfrentamiento.

Un ex compañero de armas de Cáceres afirmó que podría tratarse de un "ajuste de cuentas", ya que en el año 2005 (cuando aún estaba en actividad) estuvo al mando de un procedimiento que desbarató a una poderosa banda. Dijo que desde entonces, el hombre "vivía amenazado". "Tenía tanto miedo que salía a hacer las compras con un chaleco antibala", dijo otro de sus allegados. (Télam)

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