SANTIAGO, Chile, (dpa).- El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal ganó ayer el Premio Iberomericano de Poesía Pablo Neruda, uno de los principales galardones literarios que se entregan en Chile.
El artista, considerado por algunos de sus pares como una de las voces fundacionales de América latina, fue elegido por unanimidad por el jurado, el que valoró sus innovaciones líricas.
En especial, su "logro de remozar la tradición occidental clásica aplicándola a la actualidad contemporánea", además de "su interés y preocupación permanente" por los pueblos originarios.
El jurado agregó que el reconocimiento a la obra de Cardenal es también una distinción a su tierra, Nicaragua, "un país que puede enorgullecerse, como Chile, de sustentarse y perdurar gracias a la voz de sus poetas".
El nicaragüense Ernesto Cardenal es un poeta que ha navegado con herejía entre los mares de la fe, la liberación, la pasión femenina y sus convicciones políticas.
Nacido en la ciudad nicaragüense de Granada el 20 de enero de 1925 y heredero de la búsqueda identitaria de su compatriota Rubén Darío, Cardenal admite en él el origen de sus voces poéticas.
"El Lago de León Viejo es el Lago de Managua/ ¿Hay un nuevo León viejo? / El mismo Momotumbo retumba todavía", dirá en su poema "El estrecho dudoso", en alusión a la impronta que Darío dio a la literatura latinoamericana, con su español de indios y magia.
Entre sus obras principales destacan "Epigramas", "Oración por Marilyn Monroe", "Homenaje a los indios americanos" y "Cántico Cósmico", entre otras.
Pero Cardenal no sólo es poesía. Hijo de una familia rica, es expresión en su vida también de todas las contradicciones de un país y un continente de miserias irresolutas.
Su juventud y recursos lo llevaron a estudiar en México y Estados Unidos, para luego periplar por Italia, España y Suiza, hasta que en 1950 la voz de su tierra lo llamó indefectiblemente.
En 1954, de hecho, participa en la "revolución de abril" contra Anastasio Somoza García, la que fracasa y le deja el triste silencio de varios amigos muertos. Emigra entonces al monasterio de Gethsemani en Kentucky, Estados Unidos, hasta que nuevamente lo reclama su preocupación social, trasladándose en 1959 a Cuernavaca, México, para estudiar teología.
Ordenado sacerdote jesuita en 1965 funda en una de las islas Solentiname en el Lago Cocibolca una comunidad cristiana, a la que llegan artistas de distintos países, como el poeta chileno Jaime Quezada, amigo personal. Luego comienza a colaborar estrechamente con el Frente Sandinista de Liberación Nacional y tras el derrocamiento de Anastasio Somoza Debayle asume como ministro de Cultura en 1979, lo que lo aleja de la jerarquía vaticana.
En 1983, Juan Pablo II visita Nicaragua y ante cámaras de televisión que transmitían a todo el mundo amonestó e increpó a Ernesto Cardenal, arrodillado ante él en la misma pista del aeropuerto, por propagar doctrinas apóstatas (según la fe católica) y por formar parte del gobierno sandinista. Diferencias políticas irreconciliables lo alejan posteriormente de sus ex compañeros de lucha, en especial de Daniel Ortega, hoy presidente de Nicaragua. En 2005 fue nominado a recibir el Premio Nobel de Literatura, que no obtiene aún.