LA PAZ.- Legisladores opositores mantenían su resistencia a dar luz verde a una ley electoral que debe regir los comicios generales de diciembre en Bolivia, en una acción que pone otra vez en vilo al país mientras el presidente Evo Morales cumple el segundo día de huelga de hambre en demanda de su aprobación.
La sesión del Congreso bicameral que debatía la norma y la aprobó el jueves en primera instancia de una manera sorpresiva y confusa, fue suspendida abruptamente por la decisión de los opositores de abandonar por considerar que el documento aprobado no recogía los consensos acordados en una comisión multipartidaria que funcionó paralelamente a la sesión.
Ayer por la tarde, el ministro boliviano de Salud, Ramiro Tapia, informó que al menos 1.200 personas están en huelga de hambre en varias regiones de Bolivia. "La huelga crece y de nada valió el pedido del presidente Evo Morales para establecer un paréntesis hasta el próximo lunes", informó Tapia a los periodistas.
El ministro de Salud, por otra parte, precisó que era estable la salud del mandatario que ayer ingresó al segundo día de la huelga de hambre, pidiendo que el Congreso Nacional apruebe un código electoral transitorio.
Pero el ayuno voluntario de Morales aún no conmueve a sus opositores políticos, que bloquean la aprobación del documento que es clave para las elecciones generales del próximo diciembre.
Morales, acompañado de al menos 20 dirigentes de organizaciones sindicales, campesinas y regionales, durmió el jueves en el piso del Salón Rojo del Palacio Quemado de La Paz, el mismo lugar donde otro mandatario boliviano, Hernán Siles Zuazo, protagonizó ya en el pasado dos huelgas de hambre en 1956 y 1984 por un descalabro económico en Bolivia.
"Esta huelga de hambre no se suspende, y que los opositores no se equivoquen en aventuras", dijo Morales a un grupo de periodistas que visitó el Salón Rojo.
Morales recordó que la última vez que participó en una huelga de hambre fue en 1998 en defensa de la hoja de coca.
"Duré 18 días en el local de la Central Obrera Boliviana, y salí medio amarillo", rememoró.
El mandatario destacó asimismo la participación de sus hermanos, Hugo y Esther, quienes iniciaron ayer también una huelga de hambre en la ciudad boliviana de Oruro, en respaldo del presidente.
Morales, sin embargo, anticipó a los periodistas que pedirá al millar de personas que instalaron varios piquetes de huelga de hambre en otras ciudades de Bolivia que suspendan la protesta mientras dure la celebración de Semana Santa. (AFP/DPA)