LOS ANGELES (dpa) - Nada mejor para darle un respiro a la crisis que un poco de fantasía y para eso nadie mejor que Disney. La legendaria compañía volvió a la carga esta semana -se estrenó en Villages Cines de Neuquén-con "Race to Witch Mountain", un remake del clásico "La montaña embrujada" de 1975 con Dwayne "The Rock" Johnson como protagonista.
Durante años circulan historias múltiples sobre los poderes de una montaña en medio del desierto de Nevada, marcada por los fenómenos paranormales y las visiones extrañas. En el momento en el que Jack Bruno (Johnson), un taxista de Las Vegas, se encuentra con dos adolescentes con habilidades especiales, comienza la carrera por llegar hasta la montaña embrujada. Descubrir sus poderes es la llave para salvar al mundo.
Basada en una novela de Alexander Key, esta secuela es un nuevo intento de rescatar la historia que tanto éxito cosechó con los jóvenes de finales de la década de los 70. Con todos los ingredientes de una historia fantástica de ciencia ficción, el director Andy Fickman ha elegido a Dwayne Johnson y a una pléyade de talento joven para regresar con la montaña embrujada.
Pero esta vez la versión tiene todos los alicientes de las películas del siglo XXI, con una acción ininterrumpida que según sus productores planea arrancar y no dejar escapar al espectador hasta que no termina la película.
Fickman siempre tuvo fascinación por los fenómenos paranormales. No en vano se crió en Roswell, Nuevo México, un punto del mapa famoso por el supuesto siniestro de una nave espacial que fue encubierta por el Ejército estadounidense. Fickman supo que el productor Andrew Gunn planeaba una secuela de la saga y decidió incorporarse al proyecto una vez terminada "The Game plan", otra cinta de Disney y también con Johnson como protagonista.
"Me encantó ´La montaña embrujada´. Fue una de mis películas favoritas cuando era un niño", indicó el realizador. "Nada me excitaba más que la cinta y leer el libro en el que está basada. Así que cuando me dieron la oportunidad de seguir mi relación con Disney me propuse que esta secuela fuera tan memorable para el público como lo fue la primera en los 70", indicó.
Una vez ofrecido el proyecto, Fickman se aseguró que mantendría la sociedad en su siguiente película con su actor fetiche, Dwayne Johnson, un intérprete que ha destacado no sólo por sus films de acción, sino por su anterior ocupación como luchador.
Johnson, que llegó a ser nueve veces campeón del mundo a lo largo de su carrera en la lucha libre, dijo que sí con los ojos cerrados tras un almuerzo con el productor. "Me dijeron que si estaba familiarizado con la saga y les dije que no sólo me gustaba mucho cuando era pequeño, sino que acababa de ver la primera película con mi hija", dijo el actor.
Como no podía ser de otra forma, Johnson se mete en la piel de un tipo duro, un ex convicto rehabilitado que trabaja como taxista por las avenidas de Las Vegas en un intento por ganarse la vida sin meterse en problemas. Pero todo cambia cuando dos hermanos mellizos con poderes especiales se montan en su taxi y le piden que se libre de una persecución de hombres en todoterrenos negros.
En poco tiempo, el taxista descubre que tiene la oportunidad de su vida para hacer algo tan extraordinario como salvar el planeta.
"Los primeros 10 ó 15 minutos son como una montaña rusa apasionante y una vez que te montas ya no te puedes bajar", describe Johnson, quien se declara en sintonía con la forma de trabajar de Disney.
En cuanto a los hermanos que protagonizan la acción, son Seth (Alexander Ludwig) y Sara (Anna Sophia Robb), visitantes de otro planeta con capacidades extraordinarias. Sara puede leer la mente de los demás o mover objetos con ella, mientras que Seth es capaz de cambiar la densidad de su cuerpo para volverse un fantasma o convertirse en una forma dura como el metal.
Sobre el papel, la película tiene todos los ingredientes para entretener y hacer las delicias de niños y adolescentes con ganas de soñar con poderes sobrehumanos y finales felices.