Abu Ibrahim, una figura casi mitológica del terrorismo internacional, considerado un genio a la hora de fabricar bombas y a quien muchos daban por muerto, está vivo y los servicios de seguridad estadounidenses redoblan sus esfuerzos por atraparlo. Ibrahim dirigió una letal red de agentes desde Bagdad, bajo la protección de Saddam Hussein.
Desde la invasión del 2003, se las ingenió para eludir a las fuerzas de ocupación y hace poco se fue a Siria, según creen funcionarios de los servicios de seguridad estadounidenses y ex agentes de la CIA. El FBI le tiene puesto el ojo a Ibrahim, cuyo nombre verdadero es Husayn al-Umari, y le entregó a la AP un retrato dibujado, el primero que se difunde al público.
El FBI teme que resulte más difícil atraparlo si Ibrahim logra regresar a Irak, al irse los soldados estadounidenses. "Fue el fabricante de bombas más peligroso y más capacitado del mundo durante el tiempo que estuve en la CIA", comentó el ex agente Bob Baer. "Y podría ayudar a resolver muchos casos viejos".
Ibrahim tiene hoy 73 años y conserva su imagen misteriosa, de hombre que está siempre fuera de alcance, en un segundo plano, manejando los hilos. Se conocen pocas fotos suyas. No hacía presentaciones públicas. Dejaba que sus bombas hablasen por él. Y le pasó sus conocimientos a un selecto grupo de protegidos. Esos conocimientos los adquirió estudiando química e ingeniería eléctrica, y recibiendo instrucción de la KGB. Lo han descripto como un "genio", "el papá de los fabricantes de bombas", "un Miguel Ángel"". O, como dijo un funcionario del Pentágono, "un Frankenstein´´. Operó por varias décadas, con distintas organizaciones, incluidas Septiembre Negro y el Frente Popular para la Liberación de Palestina. En 1979 rompió con el FPLP y formó la agrupación "15 de Mayo´´, con la que se hizo famoso.
Operaba desde Bagdad, donde perfeccionó sus técnicas de fabricación de bombas. Experimentó mucho y fabricó un artefacto particularmente dañino con tuberías aislantes de un camión con un compartimento refrigerado llenas de explosivos líquidos. La bomba que más usó la armó en su pequeño taller, escondiendo explosivos plásticos en portafolios o en bolsas y usando un aparato detonador a distancia. Con ayuda del Servicio de Inteligencia iraquí, Ibrahim perpetró muchos ataques, incluso en Londres, Roma y Atenas. En Berlín una de sus bombas mató a un menor e hirió a otras 24 personas en un restaurante israelí. Además intentó sabotear vuelos de PanAm y El Al. El 11 de agosto de 1982, Mohammed Rashed, alto dirigente de 15 de Mayo, abordó un vuelo de Bagdad a Honolulu, con escala en Tokio, acompañado por su esposa y su hijo. Rashed se bajó en Tokio, con su familia, pero antes activó una bomba que escondió debajo de su asiento.
El estallido mató a Tori Ozawa, de 16 años, e hirió a otras 14 personas. El avión, no obstante, logró aterrizar. "Estoy seguro de que quiso volar todo el avión", dijo Dave Magness, ex especialista en bombas de la CIA que desarmó varios explosivos preparados por Ibrahim. El atentado dejó perplejos al FBI y la CIA, que no se explicaban cómo hizo Ibrahim para subir los explosivos al avión. Dos semanas después, personal de limpieza encontró un explosivo que no había estallado en otro vuelo de PanAm en Río de Janeiro.
Denny Kline, experto en explosivos que investigó a 15 de Mayo, dijo que nunca había visto detonadores como ésos. Descubrió cómo estaban conectadas las bombas, pero nada más. Se logró relacionar a Rashed con el atentado contra PanAm, pero no a Ibrahim. Hasta que en 1984 agentes del FBI entrevistaron en Suiza a Adnan Awad, desertor de 15 de Mayo, según documentos presentados en juzgados de Estados Unidos. Awad conoció a Ibrahim y Rashed a fines de 1981 en Bagdad. Ibrahim le había pedido que perpetrase un atentado en un hotel de un israelí en Ginebra y le había dado un portafolio con una bomba. Cuando Awad se negó, Ibrahim cerró un taller de construcción con el que tenía un contrato y congeló su cuenta bancaria. "Estaba aterrorizado´´, declaró posteriormente Awad. "Me di cuenta de que esto era algo serio y que Ibrahim tenía contactos con las autoridades iraquíes. Fui a su oficina porque me di cuenta de que era alguien muy poderoso y le dije que haría lo que me pidiese". Sin embargo, no fue capaz de matar gente. En 1982 le dio el portafolio a las autoridades suizas, que le pidieron que llamara a Ibrahim para corroborar su historia. Lo hizo. E Ibrahim despachó una persona con dinero, que fue arrestada por los suizos mientras llevaba una bolsa al hombro. Dos años más tarde el FBI envió agentes que inspeccionaron todo lo que habían confiscado los suizos en esa operación. "A la bolsa le faltaba un pedazo en el fondo´´, expresó Kline. "El forro fue usado para envolver el aparato que encontramos en Río. Fue así que pudimos relacionar todos estos aparatos´´. Awad también reconoció en fotos a Rashed y su esposa.
El FBI finalmente había relacionado a Rashed, su esposa e Ibrahim con el atentado de 1982 contra PanAm.
Ibrahim permaneció en Bagdad, fuera de alcance. Los iraquíes dijeron que éste había dejado de fabricar bombas en la década de 1980. Kline jamás aceptó esa afirmación. "Siguió fabricando bombas y enseñándoles a otros cómo hacerlas. Tenía un pequeño taller en Bagdad. Era un terrorista muy dedicado´´ a su causa, señaló Kline. Agregó que el FBI cree que Ibrahim estuvo involucrado en al menos 21 atentados. Sus artefactos pasaron de mano en mano y fueron usados en dos atentados aéreos en 1986 y 1989 en los que murieron 174 personas. Los esfuerzos del FBI y la CIA por capturar a Ibrahim y Rashed siguieron siendo en vano.
La CIA recibió información de buena fuente de que hacia 1990 Ibrahim seguía viviendo en el barrio Al-Mansour de Bagdad, amparado por los servicios de inteligencia iraquíes. Rashed, en cambio, sí fue capturado por los estadounidenses, tras salir en 1998 de una cárcel griega. Rashed, quien es jordano, se declaró culpable del ataque de 1982 contra PanAm y suministró mucha información sobre Ibrahim.
Poco después del arresto de Rashed comenzó la ocupación de Irak. Pero Ibrahim no figuró en la lista de personas más buscadas. "Estaba muy abajo en la lista de prioridades. Dejamos pasar la oportunidad´´, manifestó un ex agente de la CIA que pidió no ser identificado porque todavía está en Medio Oriente. Se estima que Ibrahim estuvo viviendo en Baqouba, 55 kilómetros (35 millas) al noroeste de Bagdad y en Mosul. Pero siempre desaparecía antes de que se diera con él. Los funcionarios estadounidenses están convencidos de que en Irak Ibrahim colaboró con los insurgentes. Su paradero sigue siendo un misterio. Los servicios de seguridad estadounidenses creen ahora que huyó a Siria, junto con su esposa y sus hijos.
Por ADAM GOLDMAN y RANDY HERSCHAFT
(AP)