La torre Eiffel abrió ayer al mediodía sus puertas tras permanecer cerrada desde la mañana del miércoles, cuando parte de los trabajadores del monumento impidieron la entrada a los visitantes para demandar "garantías sociales", explicaron responsables de la Sociedad de Explotación de la Torre (SETE).
Tras la celebración de una reunión entre la dirección de la empresa y los trabajadores se permitió la reapertura de la centenaria construcción, dando por finalizada la huelga, informó la compañía.
"La Torre Eiffel está en huelga por una mejor calidad de acogida, por la seguridad de los visitantes y del personal y por la garantía del empleo", rezaban los panfletos que repartieron los trabajadores durante la jornada y media que duró el parón de la actividad.
La torre, que pertenece al Ayuntamiento de París y está gestionada por la SETE, recibió cerca de siete millones de visitantes el año pasado, de los que tres cuartas partes eran extranjeros, y es el monumento de pago más visitado del mundo. Con más de 500 empleados, la construcción de 324 metros de alto acoge una media de 18.000 visitantes diarios.