Click para ampliar
	El corte de ruta de Chichinales mostró mucho de lo que pasa dentro del gremio, con al menos dos sectores bien diferenciados.

Unter confundió los colores esta vez. Esos que tradicionalmente marcaron líneas internas no fueron tan nítidos en el último conflicto porque el paro por 46 días y el corte de ruta de Chichinales dejaron un gremio quebrado, tan quebrado que en las últimas etapas no podían disimular las diferencias.

Ni siquiera la conducción encabezada por Marcelo Nervi imaginó que el conflicto se extendería por tanto tiempo. Cuando se dio cuenta, era tarde: docentes ingobernables y bastante intolerancia en el corte de la Ruta 22 de Chichinales, dividido incluso en las alas norte y sur del piquete. Allí, de un lado estaban los "blandos" o conciliadores y del otro estaban los "duros". Sin embargo, en los momentos más calientes de la protesta, los roles aparecían cambiados: los blandos se veían obligados a hacer de duros. Y los realmente duros permanecían en el corte sur del piquete, donde menos se ponía la cara ante los automovilistas enojados.

A los dos sectores o tres que marcaron el rumbo en el piquete se les sumó uno más: el de los inorgánicos, capaces de emprender acciones inconsultas, de cortar rutas, de impedir asambleas o de patotear funcionarios. Así fue que -ya terminado el conflicto- los inorgánicos que habían ido al puente a apoyar el reclamo de sus pares neuquinos de ATEN, cuando éstos se fueron, quedaron solos y cortaron el puente hasta la una de la mañana de ayer.

Veamos los roles y divisiones notorias que mostró el gremio a lo largo de estos 46 días; quiénes fueron los conciliadores o blandos y quiénes los más duros e intransigentes.

Del lado combativo se puso la izquierda gremial, cuyo dirigente más visible fue a lo largo de todo este tiempo Aurelio Vázquez, quien rechazaba una y otra vez cualquier acuerdo, junto al secretario General de la seccional Allen, Luis Partearroyo. Justamente en Allen se protagonizó la ocupación más tensa de una sede del CPE.

En realidad, al comienzo del conflicto casi la totalidad del gremio expresó dureza, pero como la protesta fue tan cambiante y se le fue de las manos a la conducción, tras la primera quincena empezaron las preocupaciones, traducidas en diferencias internas.

El mismo Nervi, impulsor de la medida, comenzó a moderar su postura después de la mitad de mes de paro, porque no advertía vías de entendimiento, frente a la negativa del gobierno a dialogar. Hasta allí la conducción no había conseguido siquiera una reunión con el Ejecutivo.

De modo que el mismo Nervi con Ricardo Berros, su adjunto, y Pedro Bichara, pasaron de ser "duros" a conciliadores hasta el final del conflicto. Tuvieron que batallar fuerte para conseguir los votos que permitieran suspender anteayer el paro en San Antonio. Viedma actuó como incondicional de Nervi.

Los de Roca, encabezados por Miriam Bertoni, siguieron a la conducción, a pesar de plantear diferencias. Primero estaban en una posición intransigente aunque la fueron morigerando con el paso de los días, hasta respaldar el llamado a congreso final. Claro que Roca no es sólo Bertoni. De esta seccional, había dirigentes y afiliados que impulsaban toda protesta posible y ciertas hostilidades, como las que se llevaron adelante en la delegación del CPE o los boicots a las asambleas de creación de cargos docentes. Dante López Dorigoni y Manuel Hermida fueron activos protagonistas en Roca.

La seccional Bariloche, con Jorge Molina, Miriam Parisoto y Mirta Abdala también se mostró dura a lo largo de todo el conflicto, tanto que en el congreso de San Antonio su mejor gesto para terminar el paro fue abstenerse en la votación.

La que tuvo activo rol en el piquete fue la seccional de El Bolsón de Unter, encabezada por Facundo Vidal Domínguez, quien se resistió a cualquier arreglo a lo largo de estos 46 días y que además protagonizó vehementes protestas en la localidad.

La seccional Cipolletti, conducida por Carina Pita, es opositora a la conducción central de Unter, pero se ha encuadrado en la organicidad y en lo estatutario. Es una línea "dura", aunque acepta y cumple con el mandato de la mayoría. Luis Giannini, dirigente del gremio y titular de CTA, es su expresión combativa. En la misma seccional hay grupos más duros aún, que en los últimos días fueron considerados "inorgánicos" porque realizaron manifestaciones por fuera de lo resuelto por la conducción local. Entre sus referentes tiene a Pablo Kraulek, quien se hizo conocido por la toma de la Universidad Nacional del Comahue en Neuquén.

Oscar Villaverde, el secretario de Unter en San Antonio, es la cara visible de un sector moderado, que también incluye a seccionales del Valle Medio y de la Región Sur del gremio docente.

(Redacción Central y agencias)