ISFAHAN (Irán).- El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, inauguró ayer la primera planta de fabricación de combustible nuclear en Ispahan (centro), una nueva etapa importante en el controvertido programa nuclear de Irán.
Con la inauguración de esta fábrica, Irán completa su ciclo para la fabricación de combustible nuclear.
En el acto, el presidente iraní se mostró dispuesto a dialogar con Occidente sobre el controvertido programa nuclear de Teherán, siempre que se respeten sus derechos.
Por su parte, EE, UU. se mostró dispuesto a participar en tratativas, pero volvió a expresar su preocupación por el programa nuclear del país del Golfo.
"Irán sostiene tener interés en un programa nuclear pacífico, pero la comunidad internacional tiene sus inquietudes al respecto", declaró el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Robert Wood. "Volvemos a llamar a Irán a cumplir con sus obligaciones", agregó.
Estados Unidos recordó que está dispuesto a entablar el diálogo con Irán sin imponer condiciones. "Siempre hemos dicho que Irán tiene el derecho de tener un programa nuclear civil, pero ese programa conlleva ciertas responsabilidades", destacó Woods desde Washington.
La Planta de Fabricación de Combustible nuclear (FMP, según su denominación en inglés) inaugurada ayer fue construida exclusivamente por expertos iraníes en el centro del país, y proveerá combustible al reactor de investigación de Arak, de 40 megavatios.
Será capaz de producir tabletas y barras de combustible nuclear, así como montajes para la planta de Arak, que se inagurará en los próximos dos o tres años.
"Hoy podemos presentar al pueblo iraní los buenos resultados de nuestra investigación nuclear", valoró Ahmadinejad tras la inauguración del centro, que se celebró durante el llamado Día Nuclear iraní.
"Ahora podemos decir que poseemos una producción de combustible nuclear local a pesar de las duras limitaciones impuestas a Irán y de las amenazas, incluso militares, de nuestros enemigos", continuó.
El mandatario volvió a acusar a Occidente de intentar poner freno al progreso tecnológico iraní, incluso a través de organizaciones internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU, pero aseguró que todas esas "conspiraciones" son en vano.
Por otra parte, señaló que Irán está dispuesto a conversar sobre su programa atómico con Occidente, incluyendo a Estados Unidos, pero insistió en que se respeten los derechos nucleares reconocidos internacionalmente a Teherán. El diálogo podrá celebrarse siempre que "esté basado en el principio de justicia, equidad y respeto a los derechos de Irán", advirtió.
Ahmadinejad visitó también ayer la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, cerca de Isfahan, donde actualmente hay operativas 6.000 centrifugadoras. (DPA/AFP)