CIPOLLETTI (AC).- Terminaron ayer de declarar todos los testigos en el juicio que se le sigue a una pediatra de Cipolletti por presunta mala praxis. Ahora las partes se preparan para los alegatos, que se fijaron para el lunes 20 a la mañana.
La fiscalía y la querella, que abonan la hipótesis de que el bebé de 1 año y 11 meses sufrió una intoxicación farmacológica en el hospital, pedirán condena para la médica Mónica Reyna.
La defensa argumentará, por el contrario, que la pediatra no fue responsable de las lesiones gravísimas que tuvo el menor. Apunta a que el chiquito sufrió una meningitis.
Ayer se realizó la última audiencia en la que declararon cinco testigos; todos médicos. Entre ellos estuvo el ex director del hospital de Cipolletti, Walberto Díaz, quien debió responder varias preguntas relacionadas con "las carencias de personal", se informó.
Por ejemplo, que en octubre de 2003 cuando ocurrió el hecho, en la guardia no había enfermeros profesionales sino auxiliares de enfermería.
Reyna está siendo juzgada por el delito de "lesiones gravísimas culposas", un delito que tiene una pena máxima de 3 años de prisión y hasta 4 de inhabilitación para ejercer la profesión.
El juicio se realiza a puertas cerradas por pedido de la Asesora de Menores.