CIPOLLETTI (AC).- Con el entusiasmo de un juvenil, Oscar Padua recibió el alta médica y luego de padecer una hepatitis tóxica que lo tiene hace más de cuatro meses fuera de las canchas, ayer volvió a entrenar con sus compañeros.
El día después de abrochar la esperada clasificación a la segunda ronda del interminable Argentino A fue pura alegría para el plantel de Cipolletti porque volvió a contar con uno de sus principales referentes.
Su último partido fue el 23 de noviembre del año pasado cuando "Cipo" le ganó 2-1 a Real Arroyo Seco y precisamente fue él quien anotó el gol de la victoria.
El "Loco", adoptado por la hinchada como el último gran ídolo del equipo, realizará un trabajo especial diagramado por el preparador físico Mauricio Serenelli y si bien aún no se sabe cuándo estará para regresar a las canchas, él cree que será en alguno de los partidos del cuadrangular final.
-¿Cómo fue la vuelta a los entrenamientos?
-La verdad que increíble, con una alegría enorme, todavía no lo puedo creer.Yo sinceramente pensaba que no iba a poder jugar más al fútbol, pero hoy (por ayer) a la mañana me dieron los resultados y me dijeron que podía volver a entrenar. Quería hacer de todo pero el profe me tuvo que decir que aflojara.
-¿Qué fue exactamente lo que te pasó?
-Fue una hepatitis tóxica producto de una mezcla de medicamentos. Por suerte ya bajaron todos los valores y ahora me tengo que cuidar con las bebidas y evitar las grasas.
-¿Ya sabés cuándo vas a volver a jugar?
- Yo quiero jugar ya, el domingo, pero calculo que para el cuadrangular voy a llegar, aunque sea de a poco.Es más, el viernes soñé que hacía un gol en la final.