BOGOTÁ.- La ex rehén de la guerrilla colombiana de las FARC Clara Rojas afirmó que la familia de su ex compañera de lucha política Ingrid Betancourt ocultó durante dos meses una prueba de vida que había enviado a sus familiares, según declaraciones conocidas ayer.
Rojas dijo en una entrevista publicada por el diario "El Tiempo" que la familia Betancourt decidió ocultar la prueba de vida con el objetivo de preservar el protagonismo de Ingrid ante los medios de prensa. Betancourt fue secuestrada junto con Rojas en febrero de 2002, cuando era candidata presidencial del Partido Verde Oxígeno. Estando en cautiverio, el movimiento político designó a Rojas como candidata a vicepresidenta.
Según Rojas, que fue liberada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a comienzos del año pasado, ése fue uno de los hechos que la distanciaron en la selva de quien había sido su amiga.
"Es como si Ingrid hubiera estado secuestrada sola. La familia nunca se refería a mí, a pesar del sacrificio que había hecho (...) En ese aislamiento fue más duro descubrir que no podía contar con ellos. Me tenían olvidada. Nunca se referían a mí en sus declaraciones públicas", se quejó Rojas.
La abogada, que presentará en los próximos días su libro "Cautiva", dijo que en esa obra mantendrá el secreto sobre la identidad del padre de su hijo Emmanuel, que nació en la selva.
Especulaciones que han circulado indican que el padre del niño, un guerrillero sin mando en las FARC, habría sido fusilado por involucrarse con una rehén. "Eso forma absolutamente parte de mi vida privada. Es una historia para Emmanuel, cuando él me pida una respuesta (...) La gente me ha recibido con gran comprensión. No me está preguntando ni reclamando. Eso me ha permitido dejar atrás una historia que tiene su parte de lastre y de dolor", dijo.
Al referirse a Betancourt, quien fue rescatada por el Ejército en julio del año pasado, Rojas dijo que no encontró en ella el apoyo que esperaba cuando le pidió consejos por la experiencia que tenía como madre. Según Rojas, Betancourt le quitó un diccionario que le había pedido a los guerrilleros encargados de la custodia y en una ocasión la gritó porque trató de pasar primero en una fila para recibir agua caliente.
"Estaba embarazada y corrí a llenar mi termo. No le vi problema a pasar primero. Con el grito de Ingrid solté el agua y me quemé. En adelante los gringos (los tres estadounidenses que fueron rescatados junto con Betancourt) me recogían el agua para evitar roces entre las dos", dijo. (DPA)